Mi jefe le pone un pero a la reciente reunión de Manuela Carmena con el presidente de Bankia. Con toda probabilidad, Bankia terminará convirtiéndose en un banco totalmente privado pero por ahora el 63,3% de su capital social pertenece al Estado tras haber recibido casi 23.000 millones de euros de todos los contribuyentes. Vamos que es un banco público, algo que me recuerda una y otra vez mi jefe.
Por eso le ha puesto un pero a la reunión que mantuvo recientemente la probable futura alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con el presidente de la tercera entidad financiera de España, José Ignacio Goirigolzarri.
No por el fondo -su plan para evitar que sigan aumentado los desahucios- sino por la forma: no se ha reunido con el ‘jefe’ sino con el ‘empleado’. Es decir, que debería haberse reunido con el ministro de Economía, Luis de Guindos, dado que es –me insiste- un banco público y quién manda es éste.
