El “martilleo” de la corrupción

El “martilleo” de la corrupción

Un paso más y Mariano Rajoy resucita a Arias Salgado e implanta la censura para que los corruptos pueden hacer sus rapiñas con mayor tranquilidad. Esto con Franco no pasaba, eso es evidente, y habrá que reconsiderar el error de la libertad de prensa. A Mariano Rajoy no se le quita de la cabeza que la culpa de su descalabro en las elecciones locales no es suya… es de los comunicadores, de los periodistas, de los medios. El mensajero siempre es culpable de todos los males que les ocurren a los gobiernos, mayormente a los autoritarios, claro, y en esta ocasión mucho más. Así que lo mejor es matarlo cuanto antes.

Inicialmente el Presidente tuvo la gentileza de culpar primero a los suyos — sin incluirse él que para eso se escudaba tras el plasma–, sino a los profesionales que desde Génova y seguramente la propia Moncloa no han sabido comunicar bien la actuación ejemplar del Gobierno. Es decir, no han sabido comunicar de forma positiva la dureza de los recortes, el aumento del paro y la vergüenza de la corrupción que lideró su partido, por algo está bajo fianza.

Y ahora la queja se extiende a los de fuera, a los comunicadores que día a día “martillearon” desde los medios sobre la corrupción. Eso fue lo que le costó tantos votos al Partido Popular, el “martilleo” de los medios, no la corrupción que tanto dinero nos sustrajo a los ciudadanos ni el cabreo de la gente. Ante casos como la Gürtel, Púnica, Bárcenas, Carlos Fabra, Castedo, Cotiño, Valencia en general – hasta el delegado del Gobierno entre rejas –, Baleares, en fin, para qué seguir…

Que la prensa, la radio y la televisión se han pasado cinco pueblos, hombre, te lo digo yo que soy el presidente de todos los españoles; que estas cosas no se airean porque perjudican la imagen de España y de sus políticos… Callados los medios, los golfos que se aprovechan del poder podrán dar ejemplo a sus colegas foráneos de que pueden venir aquí y traer sus inversiones, aunque sean sin desembolso alguno, porque este es un paraíso ideal para hacer cohechos y enriquecerse enseguida.

Un paso más y Mariano Rajoy resucita a Arias Salgado e implanta la censura para que los corruptos pueden hacer sus rapiñas con mayor tranquilidad y aumentar la renta per cápita de los delincuentes. El “martilleo” sobre la corrupción resta votos, afortunadamente, y eso no es justo. Los corruptos, quienes les defienden y los toleran, tienen derecho a mayor intimidad en sus chanchullos. No importe que el partido se vaya quedando sin líderes en libertad; la gente no tiene porqué saber que muchos están en la cárcel.

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