Obama y los libros de historia

Mi jefe dice...

Obama y los libros de historia

Barack Obama, presidente de EEUU

Una reciente polémica en torno a cómo se desarrolló la muerte de Bin Laden no afectará un ápice a la reputación histórica del mandatario demócrata. Es de imaginar que la semana ha comenzado movidita en la Casa Blanca, habida cuenta de que un periodista de reputación contrastada –Seymour Hersh– ha cuestionado en un artículo publicado por la prestigiosa London Review of Books la versión oficial de la muerte de Osama Bin Laden. En pocas palabras, y por resumir, Hersh dice que Barack Obama montó una pantomima y que en realidad al líder terrorista lo tenían retenido desde el 2006 las autoridades pakistaníes.

De ser cierta su versión (basada, fundamentalmente, en un único testimonio anónimo) algunos pensarán que uno de los grandes logros de Obama, la captura y muerte del mayor enemigo que ha tenido EEUU en la última década, puede quedar lo suficientemente eclipsado como para afectar a su reputación histórica y, más en el corto plazo, a las posibilidades de los demócratas para mantener en su poder la Casa Blanca.

Sin embargo, mi jefe considera que todo esto es humo y más humo en torno a un episodio anecdótico. Primero, sea cual sea la verdad lo cierto es que nadie cuestiona lo más importante: el destino del propio Bin Laden. Segundo, para cuando Bin Laden fue teóricamente dado caza el terrorismo islámico ya había desarrollado otros tentáculos de mucha mayor actividad y eficacia. Y tercero: a Obama, históricamente, se le recordará por su programa de salud pública (Obamacare), por la normalización de las relaciones con Cuba y por la salida exitosa de la peor crisis que ha vivido Wall Street –y la sociedad norteamericana por extensión- en casi un siglo.

Y sino, añade, al tiempo.

Más información