Algunos estudiantes de Licenciatura se preguntan por qué se ha tardado tanto en retirar un espacio poco utilizado cuando desde hace años a ellos se les han restado horas lectivas por falta de aulas. La facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid tiene, desde que sus estudiantes guardan memoria, una capilla ubicada en el vestíbulo inferior del edificio. En los últimos días el lugar ha desatado una polémica que ha llegado hasta los titulares de toda la prensa generalista: la dirección de la UCM pretende trasladar el lugar y algunos grupos estudiantiles, apoyados por el arzobispado, han protestado organizando misas diarias.
Sin embargo, esta medida también ha despertado otro enfado paralelo: el de los estudiantes del plan antiguo (Licenciatura). Este colectivo, cada vez más minoritario porque la Licenciatura es un plan de estudios en extinción, lleva desde hace tres años ‘disfrutando’ de seis semanas sin clase por curso –al margen de las vacaciones oficiales- debido a la “falta de espacio” y la “falta de aulas” que acusa el edificio desde que las clases del nuevo plan (Bolonia) han ido copando la mayoría de los espacios.
Estos estudiantes se preguntan por qué se ha tardado tanto en retirar un espacio al que apenas se le daba uso (la capilla) cuando ellos se han visto desde hace años forzados a pasar una semana de cada mes sin recibir formación académica debido, precisamente, a la falta de espacio.
