La inminente investidura del príncipe Felipe como rey y la ausencia del don Juan Carlos I en el acto marcan hoy la tertulia de la cadena de la Conferencia Episcopal. De nuevo el rey vuelve a estar de actualidad en la tertulia de la Cadena COPE. Se ha sabido que el rey no va a asistir a la proclamación de su hijo como nuevo rey. Para Bieito Rubidosupone “un error” porque simboliza la entrega de testigo de un padre a un hijo, “no cumplir ese tipo de formas me parece, honestamente, un error. Aunque puede tener que ver con un componente emocional por parte del rey don Juan Carlos”. Aseguró que lo respeta y que muchos se quejan del desempleo y la crisis para no hacer pompa, “el paro no va a arreglar por 400.000 euros arriba o abajo”.
Esther Palomera comentó que la abdicación del rey es “una posición legítima y oportuna”, pero su ausencia no deja de ser sorprendente para ella. “Esto no tiene que ver con la austeridad ni que con que don Juan Carlos quiera eclipsar a su hijo”, él tiene que estar, le parece “una equivocación mayúscula” que quiere creer que tenga más que ver con la Casa del rey o con su equipo más que con el príncipe o el rey. José Antich coincidió en que se trataba de un error “importante y que la ciudadanía no lo va a entender”. Según él, es cosa de la Casa del Rey, “no estar presente resta importancia al acto y traslada una idea que no es real, de que puedan haber otras razones por las que deja de acudir”.
El director de ABC comentó que “a los ojos del siglo XXI la idea monárquica es anacrónica, pero una vez reconocido esto hay países con este sistema que son de lo más avanzados del mundo”, como Holanda o Reino Unido. Luis del Val comparó esto con otros eventos: es como quitar la marcha nupcial a las bodas o las pantallas gigantes de los conciertos de rock.
“Todo grupo parlamentario debería acudir a la proclamación” comentó Esther Palomera, por “cortesía parlamentaria”. Según ella, es muy legítimo el debate entre Monarquía y República, peor hay que cumplir con las responsabilidades. Antich aseguró que hay que separar el acto de la política e IU no lo ha hecho bien en esta ocasión.
