La automotriz Opel registró ganancias por primera vez en casi 20 años y el beneficio operativo del fabricante de automóviles ascendió a 859 millones de euros (976 millones de dólares) el año pasado, según informó hoy la empresa matriz francesa PSA en Rueil-Malmaison, cerca de París.
La antigua filial del grupo General Motors, Opel, con su marca británica Vauxhall, no había reportado beneficios por un año completo desde 1999.
De agosto a diciembre de 2017 se contabilizó una pérdida de 179 millones de euros. El conglomerado galo PSA, con las marcas Citroën, Peugeot y DS, se hizo con la propiedad de Opel en agosto de 2017.
Opel ha sentado las bases para un futuro sostenible con su plan de saneamiento y desea «liberar un mayor potencial», señaló el CEO de PSA, Carlos Tavares.
Las ventas del grupo aumentaron, también gracias a Opel, en un 18,9 por ciento a 74.000 millones de euros. Las ventas de Opel supusieron una facturación de 18.300 millones de euros. El beneficio neto de PSA creció un 40,4 por ciento a 3.300 millones de euros.
Bajo la nueva compañía matriz, Opel regresará a Rusia. PSA quiere vender de manera significativa más autos fuera de Europa en los próximos años: Opel en Rusia, Peugeot en América del Norte y Citroën en la India, explicó el grupo francés.
Opel pretende volver al mercado ruso exclusivamente con nuevos modelos. «Sólo ofreceremos vehículos allí que ya están en plataformas de PSA», indicó a dpa el CEO de Opel, Michael Lohscheller, en la sede alemana de la marca en Rüsselsheim.
Los modelos desarrollados bajo General Motors, como el Astra o el Mokka, no serán ofrecidos en el mercado ruso. Lohscheller anunció una combinación entre la producción local en la planta de PSA en la ciudad rusa de Kaluga e importaciones.
