Oleada de huelgas en Alemania para pedir mayores sueldos que compensen la inflación

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Oleada de huelgas en Alemania para pedir mayores sueldos que compensen la inflación

Los economistas temen una espiral inflacionista si la actual subida de la inflación se traslada a los salarios.

Puerta de Brandeburgo (Berlín, Alemania)

Puerta de Brandeburgo

La fuerte subida de la inflación en Alemania, en máximos de tres décadas, está alimentando una oleada de protestas y huelgas en la mayor economía europea para obtener unos salarios más elevados que permitan mantener el poder adquisitivo. Una situación que a su vez alimenta los temores de unos efectos de segunda ronda que acaben desembocando en una espiral inflacionista.

La inflación en Alemania alcanzó en septiembre su nivel más alto en 29 años, el 4,1%, mientras que en el conjunto de la eurozona se encuentra en máximos de 13 años. Hasta ahora, la tesis oficial defendida por los responsables del Banco Central Europeo (BCE) es que este repunte es temporal y se desvanecerá el año que viene en cuanto salga de la ecuación el efecto base.

Sin embargo, estas previsiones podrían resultar erróneas si se desencadenan los temidos efectos de segunda ronda. Por ejemplo, que la subida de los precios provoque un aumento generalizado de los salarios que haga subir aún más la inflación.

Según publica Financial Times, esta semana los trabajadores del fabricante alemán de autocaravanas Carthago se declararon en huelga para reclamar mejoras salariales tras un aumento de los pedidos gracias al incremento de las “estancias” provocado por la pandemia.

“La inflación en Alemania sigue subiendo”, explica al diario británico Frederic Striegler, funcionario del mayor sindicato del país, IG Metall, al explicar su demanda de un aumento salarial del 4,5% y fondos adicionales de jubilación anticipada para los trabajadores de la madera y el plástico de Carthago y otras empresas de la región de Baden-Württemberg, en el sur de Alemania.

“La industria de las autocaravanas tiene muchos pedidos y muchos beneficios, y los empleados quieren una parte del pastel”, dijo Striegler, añadiendo que en dos semanas estaban previstas más huelgas en los fabricantes de autocaravanas, así como en las empresas de muebles de todo el país.

Los sindicatos plantean reivindicaciones salariales similares para los trabajadores alemanes de otros sectores, como la banca y el sector público. Esta semana, los minoristas y las empresas de venta por correo de la región de Hesse acordaron aumentar el salario de sus trabajadores un 3% este año y otro 1,7% en abril del año que viene.

“El relato de que los acuerdos salariales alemanes se han comportado bien este año pertenece a la historia”, valora a FT Carsten Brzeski, jefe de investigación macro de ING. “Los últimos anuncios muestran que los sindicatos acuden a las próximas negociaciones con demandas vinculadas a las cifras de inflación actuales, no a las expectativas de inflación”.

Los cuellos de botella en la cadena de suministro, que ya han disparado los costes de transporte y han dejado a los fabricantes sin nada, desde el acero hasta los semiconductores, han contribuido a aumentar la inflación.

Otro factor potencialmente inflacionista es que el desempleo sigue bajando tanto en Alemania como en toda Europa, y cada vez son más las empresas que denuncian la escasez de mano de obra. Datos de la Comisión Europea muestran que la proporción de empresas de la construcción que declaran que la falta de trabajadores está limitando sus actividades alcanzó un récord del 27% en su última encuesta.

La asociación alemana de empresas de transporte de mercancías y logística ha advertido de la escasez de más de 60.000 conductores de camiones, que espera que aumente en 15.000 al año, ya que se jubilan más conductores de los que se forman.

No obstante, las demandas salariales de los sindicatos alemanes siguen estando por debajo de las que hacían antes de la pandemia, según la economista de Allianz Katharina Utermöhl: “Esperamos que las demandas salariales se mantengan controladas por ahora”.

Además, el plan de permisos Kurzarbeit del país apoyó los salarios de algo menos de un millón de personas en julio, pero está previsto que se reduzca a finales de año. Según Utermöhl, esto significa que “el actual ritmo de recuperación del mercado laboral, que es un récord, probablemente sufra un bache en los próximos meses”.

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