“La consulta telefónica y por videoconferencia es algo que vamos a empezar a incorporar”. El anuncio lo lanzó el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, en una entrevista a El Mundo. La telemedicina entraría de lleno en la sanidad pública madrileña. Sin embargo, estas intenciones no han terminado de convencer.
La Asociación de Facultativos y Especialistas de Madrid (AFEM) ve en estos planes anunciados un ejercicio de “ciencia-ficción”. El presidente de la asociación de médicos, Carlos Castaño, en declaraciones a EL BOLETÍN, interpreta el planteamiento más digno de “alguien que no ha pisado una consulta en su vida”.
Los problemas a esta práctica no tardan en aparecer en la mente de los profesionales. “Tan solo lo veo eficaz en pacientes crónicos, por ejemplo, para la tensión alta o la diabetes”, resume Castaño. Pero para los especialistas “es imposible”: “Pierde todo el sentido”.
La consulta telefónica será algo útil para aclarar mucho casos que quizás no requerían consulta de ningún tipo y en pacientes crónicos ya conicidos. En el resto es entelequia.
— AFEM (@AFEM2012) 27 de junio de 2018
La eficacia de la interactuación física
Con esta metodología, con la telemedicina, el presidente de AFEM interpreta que se perderían aspectos esenciales como la comunicación real o la comunicación no verbal. “En las consultas se interactúa a través de más cosas que la voz, no se podría ver gesticulación, ni algo tan importante como ver entrar al paciente a la consulta”, asevera Castaño.
De esta manera, por ejemplo en el caso de un traumatólogo, las dudas se disparan con estos planes de Ruiz Escudero: “¿Cómo interactúo físicamente? Y si tengo alguna duda telefónica, voy a hacer que el paciente venga”. Algo que desde AFEM, a través de Twitter, concluyen de manera contundente: “La exploración física telefónica todavía no se ha inventado”.
La exploración física telefónica todavía no se ha inventado y por video-conferencia tampoco. Este sistema telematico multiplicará la demanda y las segundas consultas físicas reales para que el médico pueda salir de dudas.
— AFEM (@AFEM2012) 27 de junio de 2018
Así, la organización de facultativos y especialistas entienden que este sistema telemático “multiplicará la demanda y las segundas consultas físicas reales para que el médico pueda salir de dudas”. “Creo que haría crecer la demanda”, concuerda Castaño a este medio.
Pero no haría el trabajo prácticamente imposible solo a los especialistas –los cuales ya sufren una amplia lista de espera-, sino que también podría sucederle “al médico de familia que tiene 50 personas en consulta”. “No puede perder el tiempo haciendo de telefonista”, apostilla Castaño.
Al mismo tiempo, otra problemática aparece en la telemedicina como es la confidencialidad. “¿Cómo sé que es el paciente al que estoy llamando?”, se pregunta el presidente de AFEM. Más preguntas aparecen en la mente de la asociación: “¿Resulta que va a tener un reconocimiento automático y fiable de identidad por voz? ¿No vale un consentimiento informado escaneado, pero sí el teléfono?”.
No damos datos confidenciales por teléfono a nadie. ¿Que es eso de consulta médica telefónica? ¿Resulta que va a tener un reconocimiento automático y fiable de identidad por voz? ¿No vale un Consentimiento informado escaneado pero si el teléfono?
— AFEM (@AFEM2012) 27 de junio de 2018
La historia médica interminable
Mientras tanto, el consejero de Sanidad de Madrid en su entrevista a El Mundo también planteó otros conflictos que se viven, a su entender, en el día a día. “No es lógico que los médicos gasten mucho tiempo en escribir en la historia médica”, lamentaba Ruiz Escudero.
Y dentro de los propios hospitales está parte del problema que identifican los médicos. “En otros países, que tienen este mismo problema de tiempo, tienen a un escribiente”, relata Castaño.
En mi consulta no tengo ni un biombo para explorar con un mínimo de intimidad pero vamos a hacer consultas por videoconferencia.
El nivel de ceguera a la que nos lleva la fascinación tecnológica es tan ridículo como penoso.
La casa por el tejado. https://t.co/O6tqTkYyfT
— Javier Padilla (@javierpadillab) 27 de junio de 2018
No obstante, aparte de no tener un ayudante que aligere ese tiempo de escritura que lamenta Ruiz Escudero, el presidente de AFEM no olvida el sistema informático que ha escogido la Comunidad de Madrid: el temible HCIS. “Es muy farragoso, hace perder el tiempo y no funciona”, concluye.
Hay cuatro casos concretos donde la videoconferencia mejoraría la atención sanitaria. No me creo que lleguen a cinco. Si ni siquiera se está usando la videoconferencia para hacer consultas entre médicos se va a hacer con pacientes… en fin
— txarlie axebra (@axebra) 27 de junio de 2018
¿Grabar la conversación con el paciente?
Por último, otra de las ideas que puso sobre la mesa el consejero de Sanidad ha encontrado la misma oposición de los profesionales. Ruiz Escudero adelantó que van a poner en marcha “un proyecto piloto donde incluso se graba la conversación con el paciente y se va estableciendo lo que es prioritario para ponerlo luego en la historia clínica”.
La respuesta de Castaño es contundente: “Claro, los médicos vuelven a escucharse la consulta para duplicar el trabajo. Es absurdo”.
Por todo ello, el presidente de AFEM interpreta estos planteamientos como si salieran de alguien que no haya tocado suelo de consulta, en vez de ser el encargado de gestionar la sanidad pública de toda una región.