Ocho de cada diez colegios concertados de Madrid obligan a pagar una cuota mensual pese a ser ilegal

Ocho de cada diez colegios concertados de Madrid obligan a pagar una cuota mensual pese a ser ilegal

Asociaciones de padres y madres y de colegios critican que se normalice el pago de cuotas para “el lucro de entidades mercantiles” por algo tan “básico y subvencionado” como la educación.

aula sillas oposiciones educacion colegio

Imagen de un aula.

La obligación de pagar una cuota mensual fija se impone en casi la totalidad de los colegios concertados de Madrid. Así se desprende de un estudio realizado por la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos y la Asociación de Colegios Privados e Independientes, CICAE, que concluye que el 100% de los colegios cobra una cuota base mensual fija a las familias en las etapas obligatorias y que su pago es obligatorio en el 82%. Y eso, pese a ser ilegal.

Tal y como recuerdan ambas asociaciones, va “en contra de la gratuidad de la educación en centros sostenidos con fondos públicos, que ampara la Ley Orgánica del Derecho a la Educación”.

La investigación, explican en una nota, se ha realizado simulando ser familias que solicitan información para la matriculación de sus hijos en 115 colegios madrileños. Según afirma Amparo Núñez, directora de proyectos de la consultora encargada del trabajo, Garlic B2B, “se detecta deficiencia de transparencia en la comunicación que se ofrece a los padres”. De esta manera, “el 30 % no facilita hoja de precios y parte de los centros no entregan documentación con esta información a pesar de solicitarlo en numerosas ocasiones”.

La tendencia en la Comunidad de Madrid es que los colegios concertados incrementen el precio de la cuota cada año, siendo la media mensual de 119,5 euros y de más de 150 euros en el 53 % de los centros. Esto hace que las familias deban llevar a cabo un desembolso medio superior a los 3.000 euros por curso, “teniendo en cuenta el resto de los servicios del colegio”.

Respecto a la titularidad del centro concertado, detallan estas asociaciones, los que pertenecen a sociedades mercantiles (anónimas y limitadas) cobran de promedio una cuota mensual de más del doble que la de las congregaciones e instituciones religiosas. Para Elena Cid, directora general de CICAE, este dato demuestra que “la nueva concertada que ha proliferado en los últimos años, la que no depende de entidades benéfico-docentes y sin ánimo de lucro, es la que más cobra y la que más presión al cobro ejerce a las familias”.

“Hemos normalizado que los padres tengan que abonar cuotas para el lucro de entidades mercantiles por un servicio básico y subvencionado como es la educación en colegios sostenidos con fondos públicos”, critica.

La directiva de CICAE asegura que la Administración madrileña es conocedora de esta situación, pues “es la propia Consejería de Educación quien autoriza las cuotas, a través de un proceso que da carácter legal al copago de la educación en estos colegios, desprotegiendo así a las familias”. Asimismo, critica el calendario de este proceso, la escasa documentación que entregan los centros y “que se les permita cobrar cuotas elevadas, con evidente lucro, por actividades curriculares dentro del horario escolar, dejando patente que la libertad de elección de un colegio concertado está supeditada a la capacidad económica de las familias”.

Cesión de suelo público para colegios concertados

Respecto a las cesiones de suelo público de la Comunidad de Madrid para la construcción de colegios concertados, la presidenta de FAPA, María Carmen Morillas, remarca que “la Comunidad Educativa ha solicitado a lo largo del tiempo la construcción de centros educativos públicos en esas zonas sin tener ningún tipo de reacción por parte de la Administración regional”.

“En Valdebebas no hay ningún centro público de secundaria y el alumnado tiene que escolarizar fuera de su barrio. Sorprendentemente, años después, la respuesta de la Consejería ha sido anunciar la cesión de parcelas en Valdebebas y Villa de Vallecas para la construcción de centros privados concertados a coste cero”, destaca.

En su opinión, “se ha pervertido la finalidad del concierto educativo, llegando al punto de denominar un centro que aún no existe como ya concertado”. “Resulta incomprensible que en zonas de nueva expansión residencial la única opción educativa sea la educación privada concertada, quebrando la abanderada libertad de elección educativa, que es para quien la puede pagar porque, en la mayoría de los casos y, como se constata en el informe, la enseñanza concertada es de pago”, afirma.

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