Así, la artillería y la aviación israelí han tenido como principales objetivos la zona norte de la Franja, como Yabalia y Beit Lahia, aunque también han atacado Jan Yunis y Rafá, en el sur.
Posteriormente, el Ejército israelí ha cifrado en 320 los objetivos atacados a lo largo del enclave durante la jornada, sosteniendo que se trata de infraestructuras de terroristas y objetivos militares. Entre los objetivos, se encontraban túneles “en los que se encontraban operativos” de Hamás y cuarteles generales, “en los que se escondían terroristas de Hamás y de Yihad Islámica”, así como puestos de observación.
“Además, en el último día, las FDI han destruido objetivos que podrían poner en peligro a las fuerzas que se preparan para una maniobra en la Franja de Gaza”, reza un comunicado que apunta a que en la operación atacaron decenas de lanzadores de mortero, posiciones antitanques y escuadrones “terroristas”, según Europa Press.
Las FDI han reclamado a la población local la evacuación de la zona norte para intensificar su campaña de bombardeos, una exigencia criticada por la ONU y diversas ONG ante la enorme dificultad para llevar a cabo estos traslados entre los ataques aéreos, lo que se suma a la imposibilidad de trasladar a heridos y enfermos, entre otros.
Además, el Ejército israelí ha bombardeado los alrededores del complejo médico de Al Shifa, en el centro de la ciudad de Gaza, así como el del hospital de Al Quds, en el oeste; Israel ha lanzado en numerosas ocasiones avisos para evacuar centros de salud bajo amenaza de bombardearlos.
Según fuentes del Ministerio de Salud palestino consultadas por la citada agencia, esta es una estrategia cuyo objetivo es someter a una presión aún mayor al sistema sanitario gazatí, que se encuentra prácticamente colapsado, una situación que puede agravarse por la falta de combustible en los hospitales.
El mismo ministerio ha asegurado que la situación médica de la zona se encuentra “en su peor momento” debido al gran número de muertos y de heridos dentro de los mismos. Además, ha explicado que los ataques israelíes han “borrado del mapa” barrios enteros y que familias enteras “han sido completamente eliminadas” en varias ciudades.
Desde la incursión del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra el sur de Israel el 7 de octubre y la posterior respuesta de las FDI, casi 4.700 palestinos han muerto y unos 14.000 han resultado heridos; entre los fallecidos hay contabilizados más de 1.800 niños.
Además, en torno a 1,4 millones de palestinos se han visto desplazados a causa de los bombardeos de Israel contra la Franja, de acuerdo con la última evaluación de la agencia de la ONU, que ya ha confirmado la entrada de dos convoyes humanitarios a la Franja de Gaza desde Egipto.
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