De esta manera, sus nuevas proyecciones prevén una inflación general promedio del 2,1% este año, que bajará al 1,7% en 2026 y al 1,9% en 2027. Excluyendo energía y alimentos, pronostica un promedio del 2,4% en 2025, del 1,9% en 2026 y del 1,8% en 2027.
Asimismo, ha revisado al alza su previsión de crecimiento de la economía. En concreto, tres décimas respecto al dato de junio, hasta el 1,2% para este año. La proyección de crecimiento para 2026 es ahora ligeramente inferior, del 1%, mientras que para 2027 se mantiene sin cambios en el 1,3%.
“El Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2% a medio plazo”, ha afirmado en una nota. Para ello, “seguirá un enfoque basado en los datos y reunión por reunión para determinar la orientación adecuada de la política monetaria”.
En este sentido, sus decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su “evaluación de las perspectivas de inflación y los riesgos que las rodean, a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, así como de la dinámica de la inflación subyacente y la solidez de la transmisión de la política monetaria”. Respecto a esto, no se compromete previamente con una “trayectoria de tipos de interés específica”.