La contaminación en Madrid y Barcelona, en mínimos históricos tras el confinamiento

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La contaminación en Madrid y Barcelona, en mínimos históricos tras el confinamiento

Los valores de dióxido de nitrógeno no llegan ni al 40% de los valores aconsejados por la OMS, según los cálculos de Greenpeace.

Contaminación

La contaminación en las ciudades a consecuencia del tráfico rodado se ha desplomado hasta «mínimos históricos» durante los primeros días del confinamiento según los datos analizados por Greenpeace en Madrid y Barcelona que apuntan a que los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) no llegan ni al 40 por ciento de los valores aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea. La ONG considera que las circunstancias excepcionales en la crisis del COVID-19 pueden servir de aprendizaje para reducir las miles de muertes que la mala calidad del aire provoca en España cada año.

En concreto, la mejora de la calidad del aire se debe al descenso del tráfico rodado, que es la principal fuente de emisiones en España. De hecho, asegura que en esta primera semana desde que se anunció el establecimiento del estado de alarma se ha llegado a «mínimos históricos».

«A menos coches, menos contaminación», concluye Greenpeace que señala que el tráfico se ha reducido en torno a un 60 por ciento en Madrid y Barcelona.

El responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández, ha destacado que es «evidente» que bastan unos días sin tráfico para despejar la atmósfera. «De una situación tan difícil como la que estamos viviendo deberíamos extraer una lección: no deberíamos vacilar a la hora de tomar medidas contundentes siempre que se ponga en riesgo la salud de las personas», ha destacado.

En definitiva, para la ONG, desde el 10 de marzo, el teletrabajo y la suspensión de la actividad docente han reducido «día tras día» los niveles de NO2 en Madrid y la reducción se hizo más patente el sábado cuando se aplicó el estado de alarma que limita drásticamente el uso del vehículo.

Desde entonces, la media de la red apenas llega al 40% del límite legal de 40 mcg/m3, un umbral que Madrid ha incumplido cada año desde que en 2010 entrase en vigor la normativa europea.

En Barcelona, por su parte, la contaminación también se ha reducido, ya que los niveles de NO2 se han desplomado lo que ha permitido cumplir con creces el valor límite que en 2019 se incumplió.

«Estos registros confirman que el automóvil es el principal contaminante en las ciudades españolas. La bajada sin precedentes del tráfico por carretera ha permitido reducir la contaminación en cuestión de horas, a pesar de que otras fuentes como las calefacciones de los hogares y el transporte público han seguido funcionando. Un descenso ayudado por la meteorología del pasado lunes, que ha permitido eliminar la ‘boina’ casi perenne que cubre ambas ciudades», ha señalado Fernández.

Lo ocurrido en Barcelona o Madrid ha sido la tónica tmabién en China, el país de origen del COVID-19, que ha vivido una reducción sin precedentes a raíz de las restricciones de tráfico, un efecto que primero fue visible en Wuhan, epicentro del coronavirus, pero que después se extendió a todo el conjunto del país asiático.

Aunque la ONG destaca que la prioridad «indiscutible» es luchar contra la pandemia, anima a las administraciones a que tras el estado de alerta analicen las consecuencias derivadas de estas circunstancias excepcionales, como la mejora de la calidad del aire y adopten las medidas necesarias para no volver a incumplir los niveles máximos de contaminación que marca la OMS.

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