La clase baja nunca salió de la crisis: menos renta que en 2008 mientras los ricos disparan la suya

Desigualdad

La clase baja nunca salió de la crisis: menos renta que en 2008 mientras los ricos disparan la suya

El informe anual sobre el estado de la pobreza en España destaca el crecimiento de la desigualdad.

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Los síntomas de una nueva crisis económica se extienden por los países desarrollados mientras que millones de personas de estos lugares siguen sin haber superado la anterior. En el caso de España, el cuarto más desfavorecido de la población ignora la cacareada recuperación económica y cobra de media menos dinero ahora que en el 2008.

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social publicó este miércoles su informe anual de seguimiento del indicador AROPE -At Risk Of Poverty and/or Exclusion- en España.

Dicho documento deja constancia de que las rentas más bajas cobraron en 2018 una media de 3.937 euros por persona, lo que supone una caída del 0,5% en relación a los datos de 2008, el año anterior al inicio formal de la crisis.

En el otro lado del tablero, las rentas medias y las más elevadas, que han visto crecer sus ingresos por encima del 6,4% en la última década. El análisis de la renta media por cuartiles de renta revela que la cuarta parte más pobre de la población aun no recupera la renta nominal 2008, mientras que el resto de los grupos ya la ha sobrepasado.

De hecho, la crisis económica duró entre las clases más altas apenas un tercio de lo que está durando entre la clase más baja, que sigue a día de hoy pagando las consecuencias. Las personas de los dos grupos con mejores rentas tardaron sólo tres años en recuperar su renta del 2008.

Es decir, si la crisis duró tres años para el 50% de la población con mayores ingresos, para el 25% más pobre lleva ya nueve años.

Desigualdad en España

En 2018, la renta total del 20 % de la población con mayores ingresos multiplica por 6 la renta total del 20 % con menores ingresos. Por otra parte, si se comparan los dos grupos más extremos, se tiene que la renta acumulada del 10% con mayores ingresos multiplica por 10,9 la del 10% con los más bajos.

La brecha de pobreza, que pueda entenderse como la cantidad de dinero que necesita una persona pobre para dejar de serlo (diferencia entre sus ingresos y el umbral de pobreza), se ha reducido este último año al 28,5%, cifra que, con ser importante está aún tres puntos porcentuales por encima de la del año 2008.

En términos absolutos, si de media, a una persona pobre le faltaban 2.148 € para dejar de serlo, en 2018 le faltan 2.529 €.

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