Los hospitales madrileños recurren a los contratos a dedo en el 99,65% de las adjudicaciones

Cámara de Cuentas

Los hospitales madrileños recurren a los contratos a dedo en el 99,65% de las adjudicaciones

La Cámara de Cuentas de Madrid advierte de la “actuación en fraude de ley” a la que incurre la Comunidad de Madrid por sus 1.139.806 contratos menores en 2017.

Hospital Clínico San Carlos

La Comunidad de Madrid y, especialmente, su sanidad pública vuelve a tropezar en la misma piedra: en el abuso de la contratación menor. El último informe de la Cámara de Cuentas de Madrid, de hecho, habla de una “actuación en fraude de ley”. Y la sanidad madrileña se lleva el premio gordo.

El ‘Informe de fiscalización de la contratación menor celebrada por las entidades del sector público madrileño. Ejercicio 2017’ no ha sido sencillo de elaborar. El organismo ha detectado un “alto incumplimiento en la remisión de información”. Por ejemplo, en el Hospital Clínico San Carlos directamente “no se aportó en plazo la factura de los contratos solicitados”.

Por ejemplo, el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha remitido 535.775 contratos menores cuando la suma total de la Comunidad de Madrid y sus entidades dependientes ha sido de 1.139.806. Una amplia cifra en comparación a todos los ayuntamientos de la región que fueron 94.045 o con el Ayuntamiento de Madrid que fueron 4.358.

Pese a la opacidad, según lo facilitado por la propia Comunidad de Madrid, la sanidad pública entregó 719,2 millones de euros por contratación menor en 2017. En total, el 99,65% de los contratos firmados en el SERMAS fueron por este procedimiento directo. Es decir, a dedo. Así, el 53,19% del dinero público adjudicado en la sanidad madrileña fue por esta fórmula.

Los hospitales que más entregan dinero a dedo

Un vicio del que el Hospital Clínico San Carlos tiene experiencia. El centro fue el que más firmó, con 90.071 contratos menores en 2017, lo que representó 110,1 millones de euros. En el segundo lugar se encuentra el Gregorio Marañón con un volumen de 74.973 contratos (97,1 millones). El pódium lo completa el Ramón y Cajal con 44.566 documentos (73,7 millones).

“La contratación menor de los hospitales pertenecientes al Servicio Madrileño de Salud se realiza de forma generalizada, llegando a convertir en práctica habitual lo que es una excepción en la contratación pública”, denuncia la Cámara de Cuentas en su informe recientemente publicado.

Al mismo tiempo, el organismo reprocha que el “fraccionamiento” en estos centros sanitario “es tan generalizado que vuelve muy difícil su tratamiento individualizado”. La Cámara de Cuentas lamenta que se complica saber el alcance de la contratación menor por las trabas de la Consejería al “incluir muchos contratos duplicados”.

Los contratos puente, práctica a evitar

Sin embargo, entre las prácticas detectadas por la Cámara de Cuentas se encuentran los contratos puente: aquellos contratos destinados a cubrir un servicio entre la finalización del contrato anterior y la formalización del siguiente. Algo poco normal y que, según apuntan, se realizó en Madrid por “una imprevisible demora en su adjudicación”.

Esta tardanza por parte de la Administración provoca que “se decide fraccionar el pago correspondiente al periodo que queda sin cobertura mediante la realización de los correspondientes menores”. Por ello, el organismo urge a que se actúe con “con diligencia y anticipación” para “evitar tener que incurrir en este incumplimiento legal”.

Las conclusiones y las recomendaciones

El tirón de orejas de la Cámara de Cuentas llega con fuerza al ver que no solo se sortea el precio para contratar a dedo, sino que además se alarga más de lo debido. “Aquellos contratos que tengan vocación de continuidad en el tiempo deben ser licitados conforme a las reglas propias de cada contrato, aunque su importe anual no supere el establecido para el contrato menor”, llega a recalcar el órgano supervisor.

Aun así, señala que “realizar el mismo contrato menor cada año puede considerarse como una actuación en fraude de ley”.

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Por ello, las dos recomendaciones que salen desde la Cámara de Cuenta tienen que ver con que la Administración apriete para “no tener que recurrir al contrato menor como puente entre dos contratos” y que se evite la encadenación de contratos menores cuando vaya para largo.

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