Botín ha defendido que la decisión que tomó el consejo de administración de echarse atrás en la contratación de Orcel, que había sido anunciada en septiembre del año pasado, “fue difícil pero fue la correcta”. Tal y como ha defendido, la suma que debía afrontar el banco, unos 50 millones de euros, “no era asumible” teniendo en cuenta los “valores” del banco.
La banquera cántabra, que no ha querido dar muchos detalles porque “hay partes de la negociación que son confidenciales”, sí ha explicado que “había un requerimiento de anunciar pronto” la contratación cuando “todavía no teníamos cerradas todas las cuestiones”, razón por la cual se anunció el fichaje en septiembre. Sobre la posibilidad adelantada ayer por Financial Times de que Orcel inicie acciones legales contra la entidad, ha descartado comentar sobre “casos hipotéticos”, pero ha señalado que “seguimos hablando” con el banquero italiano.
Además, ha señalado que “tenemos muy buena relación con UBS”, banco en el que trabajaba Orcel.
En línea con el fichaje frustrado, Botín ha reafirmado que el actual consejero delegado, José Antonio Álvarez, seguirá “de manera indefinida” y ha alabado su trabajo llevando las riendas del Santander durante los últimos años. “La estrategia no va a cambiar”, ha valorado la presidenta, si bien ha reconocido que “tenemos capaces de ir más rápido” en el proceso de transformación digital.
En cuanto al futuro de Rodrigo Echenique, actualmente presidente de Santander España, ha bromeado con “convencerle entre todos” de que continúe más tiempo en el cargo en vez de abandonarlo en marzo, como está previsto. “La obligación es buscar las mejores personas internas o externas, sobre todo para puestos tan importantes. Vamos a ver todas las opciones posibles”, ha comentado más en serio.
La presidenta del Santander no ha querido entrar en la polémica sobre los problemas que atraviesa su principal rival en España, BBVA, a raíz de los espionajes supuestamente encargados al excomisario José Manuel Villarejo. “El banco no está afectado y veremos como se desarrolla el proceso judicial”, ha apuntado para añadir que “BBVA es un gran banco al que respetamos mucho”.
Política Fiscal
En otro orden de cosas, la banquera se ha mostrado crítica con los nuevos impuestos presentados por el Gobierno, incluyendo la tasa Tobin y el gravamen sobre la repatriación de los dividendos del extranjero. Botín ha pedido en especial evitar la doble imposición: “hay que pagar donde se genera el beneficio”. “No tiene sentido pagar dos veces”, ha insistido, “y tampoco pagar impuestos sobre pérdidas”. El pasado verano, el CEO, José Antonio Álvarez, ya apuntó a que el banco podría “replantearse su estructura legal”. Botín ha llegado a recordar que el Santander tiene una tasa impositiva del 35%, lo que le llevó a pagar unos 5.200 millones de euros en impuestos en 2018
En lo que se refiere al proyecto de Presupuestos, ha abogado por una “ortodoxia fiscal”. “Los Presupuestos no son sólo un tema financiero, una política fiscal ortodoxa influye en la prima de riesgo, eso en los costes de financiación de los bancos y finalmente en lo que se traslada a los clientes”, ha explicado.
En su intervención inicial, Botín ha adelantado que a principios de abril el banco celebrará un 'Investors Day' en Londres en el que se presentará un nuevo Plan Estratégico con el que se espera “contribuir al progreso de las personas y las empresas”. “El gran objetivo es acelerar la transformación digital”, ha anunciado la banquera cántabra, “digitalizando los bancos principales a un ritmo más rápido y construyendo procesos globales”.
Banco Santander obtuvo un beneficio de 7.810 millones de euros en 2018, un 18% más que en el ejercicio anterior (un 32% más en euros constantes), con unos ingresos que alcanzaron los 48.424 millones de euros, récord del grupo.