Así se han colocado los altos cargos de Rajoy en la empresa privada desde la moción de censura

Puertas giratorias

Así se han colocado los altos cargos de Rajoy en la empresa privada desde la moción de censura

Jaime García Legaz y Rafael Catalá son los últimos nombres de una larga lista.

Mariano Rajoy

Las personas que más sufren – al inicio – el cambio de estación política son aquellas que durante años han ejercido un puesto público de designación a dedo y que de la noche a la mañana ven cómo su nombre desaparece de las tarjetas de visita. Un ‘problema’ al que se enfrentan miles de altos cargos y que, en ocasiones, brinda la apertura desinhibida de varias puertas giratorias.

Uno de los más destacados en las últimas semanas ha sido Gregorio Serrano, el que fuera director de la DGT durante el operativo navideño que dejó a miles de personas atascadas en la AP 6 tras una intensa nevada.

Serrano, tal y como aseguró la plataforma Newtral, se saltó la normativa de incompatibilidades al trabajar como asesor sobre seguridad vial en una empresa privada. Según el Portal de Transparencia, la Oficina de Conflicto de Intereses le dio el visto bueno para trabajar en Greserway S.L. y Sanse Consultores Transporte y Losgística S.L.

El portal dedicado a las compatibilidades privadas admitidas de los ex altos cargos refleja que Jaime García Legaz, expresidente-consejero delegado de AENA, cuenta con el visto bueno para trabajar en Ocean Infraestructures Management, S.L., Alula Capital y Herbert Smith Freehills.

García Legaz es la última persona que ha recibido el ok de la oficina de conflicto de intereses. Antes que él, María González Pico, exdirectora de gabinete de Soraya Sáenz de Santamaría (ahora en el Consejo de Estado). González Pico trabajará en la agencia de comunicación Tinkle Communications, S.L.

Dolores de Cospedal, por su parte, obtuvo la aprobación de la oficina de compatibilidades para poder ejercer la abogacía en el despacho Hogan Lovells. Sin embargo, El Confidencial aseguró hace unos días que las relaciones entre Cospedal y el bufete se habían deteriorado después de las grabaciones de Villarejo y la incorporación de la exministra de Defensa al gabinete ha quedado en el aire.

Quien sí va a incorporarse a una empresa privada tras su paso por lo público es Pablo Zalba, que entrará en Gerson Leherman Group después de haber sido el presidente del Instituto Oficial de Crédito (ICO).

Hace varias semanas, otro de los grandes protagonistas del año en esta materia, el exministro de Justicia, Rafael Catalá quien recibió el visto bueno para trabajar en la Fundación del Atlético de Madrid y en el bufete británico Herbert Smith Hills, como Jaime García Legaz. Catalá dio su aprobación a entrar en el club colchonero.

Otro exministro, Román Escolano, uno de los más breves de la democracia hasta que llegaron Màxim Huerta y Carmen Montón, es miembro de la consultora financiera EY (Ernst & Young), una de las ‘big four’ que adornan el discreto skyline de Madrid.

Esta es la primera empresa consultora que pisa el exministro de Economía como miembro activo de la plantilla. Hasta ahora, su carrera estaba predominada por la presencia de empresas públicas (BEI, ICO, ICEX, FEVE).

Por otro lado, Isaac Martín Barbero, ex presidente de Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco), fichó por Cabify (Maxi Mobility Spain S.L.). Barbero ha sido un alto cargo del Ministerio de Fomento en pleno debate entre el sector del taxi y las licencias VTC (necesarias para Cabify). La Oficina de Intereses de los altos cargos constató que su fichaje no suponía ningún conflicto a la norma.

Tampoco el fichaje de Miguel Contreras, expresidente de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEPSE) por Contraner Ingenierías y Proyectos, y el de Iñigo de la Serna, exministro de Fomento, por NEC para ser asesor en la implantación de las ‘smart cities’.

Por último, además de los idos a KPMG y Airbus, José Antonio Sánchez, expresidente de RTVE que desde hace unas semanas es miembro del Consejo de Administración del Grupo Cope.

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