La Justicia admite un recurso de vecinos y ecologistas para parar la Operación Chamartín

Operación Chamartín

La Justicia admite un recurso de vecinos y ecologistas para parar la Operación Chamartín

Ecologistas y FRAVM recurrieron a los tribunales para lograr la nulidad del proyecto, convencidos de que Carmena desestimará las 3.500 alegaciones presentadas.

Ayuntamiento de Madrid.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha admitido a trámite el recurso interpuesto por Ecologistas en Acción y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) contra la aprobación inicial de la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, por la que se define la operación urbanística Madrid Nuevo Norte, conocida como la Operación Chamartín, según ha informado hoy la entidad vecinal.

La FRAVM explica en un comunicado que el objetivo de este recurso “es lograr la nulidad del proyecto en los términos en que se ha aprobado inicialmente porque es innecesario, contiene una edificabilidad sobredimensionada, no mejora la carencia en dotaciones de los barrios vecinos, reduce las cesiones de equipamientos públicos, contempla zonas verdes por debajo de los mínimos permitidos y elimina dos vías pecuarias. Todo ello para beneficiar el interés privado.

Aclara la federación de asociaciones de vecinos que La FRAVM que decidieron recurrir el proyecto ante la Justicia, en previsión de que las numerosas alegaciones que han presentado ante el Ayuntamiento de Madrid “serán desestimadas”. Recuerdan ambos colectivos que el pasado 5 de diciembre finalizó el plazo de información pública, establecido por el Ayuntamiento de Madrid, para presentar alegaciones a la Operación y que presentaron 3.500 escritos de oposición pidiendo la retirada del expediente. Recalcan que “nunca antes, un proyecto urbanístico, había generado tanta oposición vecinal y ecologista, en la ciudad de Madrid” y hacen notar que El plan para el desarrollo de la operación que aprobó inicialmente la corporación municipal de Ana Botella en 2015, muy similar al actual, recabó 2.200 alegaciones.

Recuerdan estos colectivos que se oponen a este proyecto por considerar que su “enorme volumen constructivo” beneficia a la entidad privada denominada Distrito Castellana Norte (DCN) formada por el BBVA y la constructora San José “mientras que el interés general se ve mermado porque las cesiones de suelo para la construcción de dotaciones públicas y zonas verdes está por debajo de los estándares mínimos que establece la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid para los suelos considerados como urbanizables”. “Es decir, la Operación Chamartín supone la primacía del interés privado de DCN ante el interés público”, resumen.

Además, denuncian que las viviendas con algún tipo de protección (VPPL y VPPB) están por debajo del mínimo contemplado, tanto en la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, como en la Ley de Suelo estatal. Y recriminan que “el proyecto destina a este tipo de vivienda el 20% de la edificabilidad residencial, mientras que la normativa establece que debe cederse un mínimo de un 30% en suelos urbanizables”.

Además, rechazan “la losa de hormigón de 20 hectáreas (superficie equivalente a 20 campos de fútbol) que se pretende construir sobre las vías de tren, junto a la estación de Chamartín, para ubicar las zonas verdes”, ya que consideran que “las zonas verdes deben ir sobre el suelo natural, no sobre una losa de hormigón”. Y finalmente, recuerdan que Madrid Nuevo Norte tampoco respeta dos vías pecuarias que pasan por el ámbito, el Cordel Camino de la Cuerda y el Cordel de la Carretera de Miraflores. Unos caminos públicos, propiedad de la Comunidad de Madrid, que creen deben conservarse.

Ecologistas en Acción y la FRAVM consideran que estos motivos son suficientemente graves para recurrir el proyecto al TSJM y aunque dicen que lamentan tener que judicializar una actuación urbanística más, sostiene que el Ayuntamiento de Madrid (que ha antepuesto el interés privado de DCN sobre el del vecindario y el medio ambiente) y el Ministerio de Fomento (que ni siquiera ha respondido a las solicitudes de interlocución) no les han dejado otra posibilidad.

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