Los inversores temen que el último escándalo entorpezca el cambio de rumbo de Deutsche Bank

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Los inversores temen que el último escándalo entorpezca el cambio de rumbo de Deutsche Bank

Las acciones del gigante bancario alemán intentan hoy el rebote en la Bolsa de Frankfurt tras los registros del jueves y el viernes.

Deutsche Bank

Preocupación entre los inversores de Deutche Bank tras la investigación abierta por la fiscalía alemana sobre supuestas actividades sospechosas de lavado de dinero que habrían llevado a cabo algunos empleados del banco. Más allá del daño a la imagen del gigante bancario, preocupa que esta investigación impida al CEO, Christian Sewing, aplicar el cambio de rumbo en el que está inmersa la entidad.

Dos días de registros en la sede de Deutsche Bank en Frankfurt el jueves y el viernes, incluyendo la oficina del propio Sewing, han hundido las acciones del banco hasta un nuevo mínimo histórico, aumentando la presión tanto sobre el CEO como sobre la directora de regulación, Sylvie Matherat. Aunque hoy las acciones del banco rebotaban un 2% hasta los 8,23 euros, desde el nombramiento de Sewing la pérdida es de casi un 30%.

La Fiscalía de Frankfurt sospecha que Deutsche Bank, entre 2013 y 2018, ayudó a los clientes de gestión patrimonios a transferir fondos dudosos a un vehículo con sede en un paraíso fiscal sin informar del posible lavado de dinero a las autoridades policiales. La investigación, surgida a partir de los Papeles de Panamá, está centrada en dos empleados del banco, y en ningún caso afecta a ningún miembro de la junta directiva.

La supuesta mala conducta involucra a una antigua filial de Deutsche Bank llamada Regula Limited. Tenía su base en Road Town en las Islas Vírgenes Británicas, según publica Financial Times, que cita una persona familiarizada con el tema. Regula tiene 900 clientes y 311 millones de euros en activos bajo gestión. Fue parte de las operaciones de Deutsche Global Trust Solutions que se vendieron a la entidad con sede en Bermudas NT Butterfield & Son en marzo de 2018.

Un inversor ‘top 10’ de Deutsche Bank señala al diario británico que “nadie espera que exista un vínculo directo entre [Sewing] y la supuesta mala conducta, pero estará ocupado manejando este punto en los próximos meses”. Su principal preocupación es que la investigación podría desviar la atención del CEO de la agenda global. “El señor Sewing tiene un trabajo que hacer y eso es aumentar los ingresos de Deutsche”, apunta.

Un administrador de activos diferente que posee una participación del 0,5% en Deutsche advierte al diario británico que la investigación sobre el lavado de dinero podría prolongarse durante mucho tiempo. “Será un elemento clave de la agenda para el consejo de administración del banco y, como tal, desviará algo de tiempo y atención del negocio operativo”.

Un segundo inversor del top 10 reconoce que “[la investigación] no puede ayudar a los ingresos, y no puede ayudar a la moral”. No obstante, ve “riesgo cero” de que el asunto pueda distraer a Sewing de implementar su agenda en el banco. “Siempre está en la naturaleza del trabajo del CEO que tenga que realizar múltiples tareas y lidiar con varios problemas al mismo tiempo”.

Un tercer mayor accionista también respalda a Sewing, subrayando que no le preocupaba que la investigación afecte al enfoque del director ejecutivo en el negocio operativo.

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