Una cosa es vivir mucho, y otra vivir bien. El último informe ‘Health at a Glance: Europe’ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revela que los españoles viven libres de limitaciones por problemas de salud cerca de 66 años. Lejos de los 83 años que tienen de esperanza de vida.
Los ciudadanos de la Unión Europea viven el 80% de sus vidas sin discapacidades o enfermedades graves. Así lo confirman los datos que manejan la OCDE y la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), que ponen a Europa como el principal foco de esperanza de vida del planeta (a la altura de Japón).
No obstante, desde 2011, el aumento de la esperanza de vida en la UE se ha ralentizado notablemente. Además, persisten grandes disparidades en las cifras sobre esperanza de vida, no sólo en función del sexo, sino también de la situación socioeconómica. Por ejemplo los hombres de 30 años con un bajo nivel educativo tendrán, por término medio en toda la UE, una esperanza de vida 8 años menor que los que tienen un título universitario.
España está a la cabeza de la Unión Europea en cuanto a esperanza de vida al nacer, 83,3 años, seguida de Italia, 83,2 años y Francia, 82,8.
Sin embargo, los datos sobre los años de vida en los que a partir de los 65 se vive sin limitaciones de actividad muestran cómo la esperanza de vida en España también tiene sombras. Según Eurostat, las mujeres españolas viven 66,5 años de manera sana y los hombres 65,9.
La publicación de este informe por parte de la OCDE coincide con la propuesta de ese mismo organismo de vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida. Un planteamiento que parece ignorar las conclusiones de su propio informe sobre salud en Europa que disocia entre esperanza de vida, y esperanza de vida sana.
