El silencio del amianto en el metro de Madrid

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El silencio del amianto en el metro de Madrid

Un muerto, cuatro enfermos y opacidad de las instituciones ante un problema sanitario de primer orden.

Metro de Madrid

Un fallecido, cuatro enfermos y varios casos de asbestosis, una enfermedad rara causada por las fibras de asbesto (amianto), entre los trabajadores de Metro de Madrid. Ese es el resultado que deja, oficialmente, la exposición al amianto que han sufrido – y siguen sufriendo – los empleados del servicio público de transporte de la capital madrileña. Una realidad que las autoridades regionales conocieron hace 15 años y que decidieron mantener en silencio.

El amianto – también conocido como absesto – es un material aislante que durante décadas se ha utilizado para la construcción de diferentes infraestructuras, desde tejados y paredes a escaleras mecánicas y vagones de tren. Este mineral de bajo coste está compuesto por fibras largas y resistentes que conceden flexibilidad a los materiales.

Las autoridades sanitarias demostraron a finales del siglo XX que las fibras de asbesto (amianto) son altamente cancerígenas y, a raíz de ello, la mayoría de países desarrollados decidieron prohibir su utilización a partir de 2003.

Justo ese año, el que era Gerente de Prevención Laboral de Metro Madrid, Pablo Arranz López, envío a la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo un informe donde hacía constar la presencia de amianto en el suburbano madrileño, tal y como adelantó Madridiario. Sin embargo, las autoridades del metro, en ese momento competencia del Ayuntamiento de Madrid de Alberto Ruíz Gallardón, sepultaron la información.

Una de cada tres estaciones del metro de Madrid en el 2003 tenía partículas procedentes del amianto en el aire. Una grave amenaza silenciosa para la salud de trabajadores y usuarios. Según los expertos, entre la exposición al amianto y el desarrollo de la enfermedad (absestosis) pueden pasar de 10 a 20 años, y de 20 a 40 años en el cáncer. Es decir, los casos que se están conociendo ahora puede que sean los primeros de una larga lista cuyos principales responsables nunca han utilizado el transporte público.

“(Las instituciones) siempre han intentado ocultarlo”, aseguran a EL BOLETÍN trabajadores del metro de Madrid, inquietos por su salud y la de sus compañeros.

Un fallecido, cuatro enfermos y dos olvidados

Inspección de Trabajo impuso una multa de 190.000 euros al suburbano por la violación de normas de salud laboral. La Fiscalía de la Comunidad de Madrid está investigando el caso para determinar si existe responsabilidad penal por parte de la empresa pública.

En consonancia a esa investigación, el primer trabajador reconocido como enfermo laboral por su exposición a las fibras de amianto ha decidido demandar a Metro de Madrid por daños y prejuicios. El empleado exige una indemnización de cerca de 400.000 euros.

“No se le proporcionó ningún tipo de protección pese a estar manifiestamente expuesto al polvo de amianto”, afirma el abogado de este trabajador.

En estos momentos, los datos oficiales aseguran que el amianto ha provocado la muerte por cáncer de pulmón de un mecánico de los talleres – Antonio Morán Canseco, de 56 años – y la enfermedad de asbestosis a cuatro (un trabajador de escaleras y otros de manipulación de vagones). “La lista de afectados será cada año más larga”, anticipan desde el sindicato del suburbano.

En esa lista no entran dos antiguos trabajadores que fallecieron también víctimas de cánceres de pulmón, ya que no se pudieron detectar las fibras procedentes del amianto dentro de sus pulmones.

Para detectar la presencia de esas fibras es necesario un TAC de alta resolución, y no una simple exploración pulmonar, como ofrece Metro Madrid a sus trabajadores. Uno de los principales motivos de las jornadas de protesta de los empleados, como la de este viernes, es la actitud de la empresa pública en relación a las revisiones médicas.

Los trabajadores exigen revisiones de alta resolución y constantes en el tiempo para toda la plantilla y para los jubilados que hayan podido estar en contacto con piezas de los trenes con amianto en su composición.

Sin embargo, Comisiones Obreras del Metro de Madrid lamenta la “falta de compromiso” de las autoridades del suburbano. Una actitud que seguramente se trate en la Comisión de Investigación sobre la presencia de amianto en Metro de Madrid que tendrá lugar este viernes en la Asamblea regional.

¿Afecta a los usuarios?

Los trabajadores del Metro de Madrid aseguran a EL BOLETÍN no querer crear “una alarma social”. Sin embargo, afirman que es probable que usuarios del suburbano hayan estado expuestos en algún momento a las fibras – presentes en el polvo generado de una obra – procedentes del amianto.

Según los informes actuales, aún existe este material en algunos metros antiguos de las líneas 1, 6 y 9. No obstante, el componente cancerígeno se encuentra en la parte inferior de los vagones a las cuales los pasajeros no estarían expuestos, asegura Metro Madrid.

La empresa pública destinará cerca de 140 millones de euros a retirar el amianto de 53 de las 301 estaciones. Un proceso que finalizará, a priori, en 2025.

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