El fabricante de micoprocesadores Broadcom ha retirado su oferta de 117.000 millones de dólares (cerca de 95.000 millones de euros) para adquirir su competidora estadounidense Qualcomm, después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, vetase la operación al considerar que podría afectar a la “seguridad nacional” del país norteamericano.
“La adquisición propuesta de Qualcomm por el comprador (Broadcom) está prohibida, y cualquier fusión, adquisición o equivalente, ya sea realizada directa o indirectamente, también está prohibida”, recogía una orden presidencial publicada el pasado lunes.
Pese a que niega que la compra vaya a tener un impacto en la seguridad de EEUU, la compañía con sede en Singapur ha anunciado que acatará la orden y, por tanto retira la oferta planteada, según informa Europa Press. A pesar de ello, sostiene que continuará con su proceso de “redomiciliación” con el objetivo de trasladar su sede a EEUU, para lo que celebrará una junta general extraordinaria de accionistas el próximo 23 de marzo.
La decisión de Trump ha llegado en medio de la amenaza de guerra comercial con China, en un momento en el que el gobierno estadounidense está considerando tomar medidas drásticas contra las inversiones del país asiático en EEUU e imponer aranceles sobre una amplia gama de sus importaciones para castigar a Pekín.
Qualcomm es uno de los principales competidores de la china Huawei en el desarrollo de la tecnología inalámbrica de próxima generación, por eso, pese a que la compradora no es china, la potencia asiática ha estado en la mente de las instituciones y los reguladores estadounidenses para tumbar la operación.
El Comité de Inversión Extranjera de EEUU (CFIUS), un organismo que revisa las implicaciones de seguridad nacional cuando empresas extranjeras compran corporaciones estadounidenses, emitió hace unas semanas una carta a las compañías implicadas en la que mostraba preocupado por la posibilidad de que Broadcom no estuviera en un futuro dispuesta a financiar la investigación necesaria para mantener la sólida posición de Qualcomm en la tecnología 5G, permitiendo el dominio de China, según Reuters.
