Los datos de Eurostat revelan que España se esfuerza más (económicamente) que los demás en garantizar el orden público y la seguridad. Un 1,9% de su PIB lo dedica a esta categoría que comprende a los servicios policiales, los servicios de protección contra incendios, tribunales, prisiones, investigación y desarrollo relacionados con el orden público y la seguridad, así como los gastos no clasificados en otra parte.
En total son 21.000 millones de euros los que dedica a esta categoría donde Bulgaria, Grecia, Croacia, Letonia, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia también superan la media de la Unión Europea.
Por el contrario, la mayoría de estos países, entre los que se incluye España, no dedica a la sanidad y a la educación lo que invierten sus socios europeos.
La media de la UE en inversión pública en sanidad es del 7,1% del PIB. El Gobierno de Mariano Rajoy (y las administración públicas) destina el 6% del Producto Interior Bruto. En Educación sucede algo similar. Europa dedica de media un 4,7% del PIB mientras España apenas llega al 4%.