¿Dónde está Pedro Sánchez? Esta es la pregunta que muchos se hacen estos días. El secretario general del PSOE se encuentra ‘desaparecido’ en plena crisis institucional por el referéndum del 1 de octubre en Cataluña. El socialista no compareció públicamente tras su reunión este miércoles en Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, algo que sí hizo el popular. Está siendo su núcleo duro el que está dando explicaciones sobre la posición del PSOE ante el desafío soberanista.
De esta manera, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, fue el encargado de dar la cara ante los medios en Ferraz tras el encuentro entre Sánchez y Rajoy. Y lo hizo para pedir a la Generalitat de Cataluña que “desconvoquen el 1 de octubre y que abran la vía del diálogo”. Un llamamiento sobre el que insistió ayer la presidenta del Partido Socialista, Cristina Narbona, en un desayuno informativo en Madrid. Pero no todo han sido mensajes a Carles Puigdemont.
La portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, garantizó a Rajoy el apoyo “claro e inequívoco” de los socialistas al Gobierno ante la situación que se vive en Cataluña. Incluso, el partido ya no cierra la puerta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, tal y como dejó caer hace unos días Óscar Puente, portavoz de la Ejecutiva del partido.
Estos dirigentes, y alguno más, están ocupando el hueco de Sánchez, que anuló su agenda internacional prevista para los próximos días. El líder del PSOE iba a asistir a la reunión de la Internacional Socialista y a un foro en Canadá. Al final se ha quedado en Madrid. Eso sí, alejado de los focos pero no de las redes sociales, donde sigue tan activo como siempre. Es más, incluso comparte las palabras de los suyos sobre el referéndum.
Sánchez se ha quedado en casa no sólo por la complicada situación de Cataluña, sino además para intentar evitar que la delicada unidad del PSOE salte por los aires con todo lo que está ocurriendo. Una moción de Ciudadanos en el Congreso para respaldar la acción del Gobierno ante el referéndum del 1-O hizo estallar la paz en el Grupo Parlamentario Socialista, que votó en contra, aunque no sin polémica. La división volvió a aflorar en el partido cuando cuatro diputados rompieron la disciplina de voto.
En concreto, los parlamentarios que decidieron abstenerse fueron Soraya Rodríguez, Antonio Pradas, José Juan Díaz Trillo y Gregorio Cámara (estos tres últimos alegan que fue un error). Da la casualidad que todos ellos se decantaron por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, en las primarias en las que salió victorioso Pedro Sánchez.
El entorno de Sánchez ha tratado de enterrar lo sucedido, pero no va a ser tan fácil. El partido naranja ha presentado esta misma iniciativa sobre Cataluña en el Parlamento de Andalucía, que debatirá esta cuestión la próxima semana, y el PSOE que encabeza Susana Díaz parece decidido, según algunos medios, a respaldarla. Esto supondría un nuevo desafío al secretario general de los socialistas por parte de la presidenta de la Junta.
