Vuelven a abrirse las heridas en el PSOE. El veto de Ferraz a la posible candidatura de Elena Valenciano para presidir el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo ha desenterrado el hacha de guerra. La formación del puño y la rosa está sumida de nuevo en la división, si es que alguna vez salió de ella. La decisión en torno a la eurodiputada ha despertado los peores temores entre los afines a Susana Díaz, que pronostican ya que Pedro Sánchez se deshará de muchos de ellos cuando confeccione las listas electorales.
La decisión de la dirección nacional sobre el futuro de la que fuera ‘número dos’ del PSOE en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba es un “aviso a navegantes”. Así lo aseguran a EL BOLETIN varios dirigentes socialistas, que han señalado que ven en todo esto “un mensaje para los críticos de que no hay espacio para nosotros”. “Esto se parece mucho al viejo PSOE”, critican.
Para aquellos que tomaron partido por la presidenta de Andalucía en la carrera a las primarias esto es solo el principio de la ‘vendetta’ que, en su opinión, estaría preparando Sánchez para la cita en las urnas del año que viene, cuando se celebrarán elecciones europeas, autonómicas y municipales. Y es que, están convencidos de que habrá “limpia”.
Según estos críticos, Ferraz ha comenzado con Valenciano, pero la cosa no quedará ahí. “Empiezan por personas reconocidas para ver qué hace el resto”, sostienen estos dirigentes, que se preguntan en qué ha quedado la unidad que “vendió” el líder del PSOE cuando ganó las primarias. En su opinión, para la dirección nacional “todos aquellos que no apoyamos en su día a Sánchez sobramos”.
“Mandan al ostracismo a todo el que se sale de la línea”, lamentan diversos diputados socialistas, que presencian con tristeza la vuelta a las trincheras. Tal es la sensación que tienen algunos de estos ‘no pedristas’, como ellos mismos se califican, que hay quien ya se ve fuera, por ejemplo, del Congreso. “Tengo claro que no estaré en el escaño en la próxima legislatura”, asegura una destacada dirigente del PSOE. Y eso que aún queda mucho para las próximas generales. Si no hay sorpresas serán en 2020, dentro de dos años.
Susana Díaz no lo quiere “ni pensar”
La presidenta de Andalucía y del PSOE de la región, Susana Díaz, no quiere “ni pensar” que la oposición de Pedro Sánchez a la posible candidatura de Elena Valenciano sea por el respaldo que esta última le dio en las primarias. “No quiero ni pensar que sea por el apoyo que me dio a mí, no quiero pensar que fuera por eso; no, me niego a pensar que sea eso”, dijo este miércoles en una entrevista en Telecinco, según recoge EFE.
En su opinión, la exvicesecretaria general del partido con Rubalcaba, Elena Valenciano, cuenta con “reconocimiento y prestigio” y sería “bueno para el PSOE” que una mujer socialista española pueda ser la presidenta del grupo de los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo.
A pesar de ello, la eurodiputada ha tirado ya la toalla. En una entrevista en Onda Cero esta semana confirmaba que no será la candidata a presidir el PSOE europeo “porque la dirección actual no lo considera oportuno”. Un veto que acepta -no tiene más remedio-, ya que, según remarcaba, condicionó su candidatura al aval de Ferraz. Algo que no tiene.
Reencuentro en el Día de Andalucía
En medio de todo esto el secretario general del PSOE y la presidenta de Andalucía se verán de nuevo las caras este miércoles 28 de febrero con motivo de los actos institucionales del día de esta comunidad, después de que Pedro Sánchez haya confirmado su asistencia. Será la primera vez que acuda a los actos previstos por el Día de Andalucía, aunque ya se dejó ver por Sevilla el pasado 23 de enero.
Ese día ambos se reunieron durante media hora en un encuentro que ponía fin a varios meses marcados por su distanciamiento. Algo que negó la dirigente andaluza. Susana Díaz, preguntada por si la era la foto del deshielo con Sánchez, afirmó que eso “será para Frozen”, en referencia a la película de Disney. “Aquí normalmente la temperatura nunca es tan baja”, continuó en tono de broma la jefa del Ejecutivo andaluz, que quiso zanjar cualquier debate o polémica en torno a las relaciones entre ambos. Según Díaz, el secretario general del partido cuenta “con el apoyo y la ayuda de todos los socialistas andaluces y la mía la primera, para lo que haga falta”.
Ahora, un mes después, los ánimos vuelven a estar caldeados en las filas del partido.
