Nicusor Dan, conocido por su perfil reservado y su activismo ciudadano, ha sido elegido presidente de Rumanía tras derrotar en la repetición electoral al ultraderechista George Simion, líder del partido AUR. Con este resultado, Rumanía reafirma su vocación europeísta y cierra el paso a una ola de nacionalismo populista que amenazaba con aislar al país en un momento delicado económica y socialmente.
Dan, doctorado en París y sin patrimonio ostentoso, ha cultivado una imagen de integridad que conecta con el descontento ciudadano ante la corrupción
A sus 55 años, Dan representa una figura atípica en la política rumana: independiente, austero y con una sólida trayectoria académica. Su victoria ha sido interpretada por los analistas como una demanda ciudadana de limpieza institucional y un compromiso con los valores democráticos frente a la desinformación y el extremismo.
De matemático a símbolo de honestidad política
Dan nació en Fagaraș, destacó desde joven en matemáticas, ganó medallas internacionales y se doctoró en la Escuela Normal Superior de París. A finales de los 90 volvió a su país y compaginó su trabajo en el Instituto de Matemáticas con una intensa actividad en defensa del patrimonio urbanístico.
En 2008 fundó una ONG para denunciar irregularidades inmobiliarias, y en 2015 creó la Unión Salvar Bucarest, embrión de la Unión Salvar Rumanía (USR). Su salida de este partido en 2017 por razones de conciencia reafirmó su perfil independiente.
Una presidencia con desafíos urgentes
Dan hereda un país con una economía frágil, el déficit público más elevado de la Unión Europea, y una calificación crediticia en riesgo. Su programa, titulado Una Rumanía honesta, incluye propuestas para digitalizar la administración, recortar la burocracia, reformar el sistema judicial y combatir el clientelismo.
Rumanía enfrenta el déficit más alto de la UE y riesgo de rebaja crediticia; Dan apuesta por la digitalización y meritocracia en el Estado
Su enfoque conservador en lo institucional, pero reformista en lo administrativo, busca un equilibrio entre tradición y modernización. En cuestiones sociales ha defendido el derecho al aborto, pese a las críticas de la poderosa Iglesia Ortodoxa.
Política exterior: firmeza atlántica y cautela frente a China
En el plano internacional, el nuevo presidente ha anunciado su intención de elevar el gasto militar hasta el 3,5% del PIB, fortalecer la relación con Estados Unidos y reducir la influencia de potencias autoritarias, con énfasis en limitar la penetración tecnológica de China en sectores estratégicos.
Esta orientación consolida a Rumanía como un aliado firme dentro del eje occidental, especialmente en un contexto de creciente polarización geopolítica.
Una campaña sucia y un liderazgo sobrio
Durante la campaña, Dan fue víctima de una guerra sucia con rumores sobre su vida privada, videos manipulados y documentos falsos. Su estilo sobrio y alejado del espectáculo político no impidió que conectara con un electorado joven y urbano, harto de la corrupción y de las promesas vacías.
Vive con su pareja, Mirabela Gradinaru, desde hace más de 20 años, sin haberse casado, y mantiene un estilo de vida austero, sin propiedades ostentosas ni privilegios. Esto ha reforzado su credibilidad ante los votantes.