Israel sopesa una ofensiva total sobre la Franja de Gaza, en una escalada que ha vuelto a tensar las relaciones dentro del Gobierno y el Ejército. La Oficina del Primer Ministro ha trasladado al jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, que “si esto no le conviene, debería dimitir”, en referencia directa a los planes sobre el futuro militar en el enclave palestino. La decisión final podría adoptarse este martes durante una reunión clave del Gabinete, según informa el ‘Canal 12’.
Netanyahu redobla la presión sobre los mandos militares
El mensaje de Benjamin Netanyahu se conoce en plena crisis política y militar. En la apertura del último Consejo de Ministros, anunció una próxima reunión especial del Gabinete para tomar decisiones “sobre el futuro de la guerra”, en la que dará instrucciones al Ejército para alcanzar tres metas: derrotar a Hamás, liberar a los rehenes y garantizar que Gaza no vuelva a suponer una amenaza para Israel.
Diversos medios israelíes aseguran que los planes sobre la mesa contemplan operaciones militares en zonas donde se cree que aún hay rehenes. Esto ha provocado fricciones internas, con sectores del Ejército mostrando reticencias ante el riesgo que implican dichas acciones.
Mientras tanto, ‘Yedioth Ahronoth’ reveló que Donald Trump ha dado su visto bueno a una intensificación de las operaciones por parte del Ejército israelí, una señal de apoyo político clave en el actual contexto regional.
El Ejecutivo israelí sigue profundamente dividido sobre el rumbo de la guerra, mientras crece el descontento popular por la falta de resultados y la situación humanitaria se deteriora rápidamente en Gaza
Planes de posguerra para Gaza: seguridad sin soberanía palestina
Aunque no se han desvelado detalles concretos, fuentes políticas israelíes han confirmado la existencia de un documento interno titulado ‘Programa de seguridad y recuperación de Gaza: ¿cómo debería ser el día después?’, elaborado por el Foro de Defensa y Seguridad de Israel y el Jerusalem Centre for Security and Foreign Affairs.
El documento, de 32 páginas, propone medidas para la reconstrucción económica, el desarrollo de infraestructuras básicas y un proceso de «desnazificación» ideológica tras la caída de Hamás. La propuesta sugiere un plan de administración de Gaza bajo control israelí, sin soberanía palestina ni participación de la Autoridad Palestina ni de la UNRWA en la gestión humanitaria.
Entre las ideas planteadas, el estudio destaca la necesidad de “erradicar una ideología asesina” y de garantizar un control efectivo del territorio para evitar un resurgimiento de grupos armados. Aunque no menciona una anexión formal, sí plantea que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tengan un papel protagónico en la gestión civil y de seguridad en la Franja.
El plan excluye cualquier vía hacia un Estado palestino en Gaza, reflejando la línea más dura del actual Gobierno de coalición israelí
El Gabinete mantiene el pulso
El debate interno sigue abierto. Según ‘Canal 14’, un alto funcionario israelí recordó que solo el Gabinete tiene la autoridad para aprobar una decisión de tal magnitud, lo que sugiere que la división entre los halcones del Gobierno y sectores más cautelosos del estamento militar persiste.
La guerra en Gaza ha provocado una crisis multidimensional en Israel: presión internacional, creciente malestar social y un claro descenso de la popularidad de Netanyahu, según muestran los últimos sondeos. En este contexto, las filtraciones sobre planes de posguerra buscan tanto marcar posiciones políticas como presionar a los interlocutores en las estancadas negociaciones de alto el fuego.