La convocatoria de este sábado se ha extendido por las principales ciudades del país, con epicentros en Jerusalén y Tel Aviv, donde familiares de rehenes y víctimas del 7 de octubre de 2023 han encabezado los llamamientos a un cambio de rumbo.
Protestas en Jerusalén y Tel Aviv
En Jerusalén, varios familiares de rehenes participaron en el acto central, entre ellos Einav Zangauker, Ofir Braslavski, Michel Iluz y Anat Angrest, acompañados por rehenes liberados como Yair Horen. En Tel Aviv, epicentro habitual de las movilizaciones, miles se concentraron en Shaar Begin, donde familiares tomaron la palabra ante una multitud que reclama un alto el fuego inmediato.
La movilización no solo exige un acuerdo para recuperar a los cautivos, también plantea un giro en la estrategia militar. «Basta de guerra. Basta de muerte. Basta de víctimas. No voy a permitir que mi dolor sea empleado en la venganza. Quiero cambios», declaró Galit Dan, madre e hija de víctimas mortales de los atentados del 7 de octubre.
El sentimiento de hartazgo con la prolongación del conflicto se ha convertido en un denominador común de las protestas.
Las manifestaciones denuncian que la estrategia militar de Netanyahu pone en riesgo la vida de los rehenes
Señalamientos contra el Gobierno
Ruhama Albag, tía de la rehén liberada Liri Albag, acusó a la dirigencia israelí de «quemar nuestro hogar, esta vez desde dentro» y reprochó al Ejecutivo que esté «enganchado a la guerra». Por su parte, Shai Moses, sobrino del rehén liberado Gadi Moses, pidió medidas de presión ciudadana. «El Gobierno israelí aprovecha la emergencia para convertirnos en Esparta. Es el momento de una huelga general. Es el momento de tomar las calles hasta que vuelva el último rehén».
Los familiares de los cautivos impulsan la idea de una huelga general para presionar al Ejecutivo
Netanyahu bajo creciente presión social
La continuidad de las protestas semanales refleja el desgaste político del primer ministro, que afronta un creciente rechazo dentro y fuera de su Gobierno. La falta de avances en las negociaciones para la liberación de los rehenes y la intensificación de la ofensiva militar en Gaza alimentan el descontento social.
En este clima, los manifestantes advierten que la situación podría volverse insostenible si no hay resultados inmediatos. «Esta podría ser la última noche para los rehenes», advirtieron familiares desde Jerusalén, subrayando la urgencia de un acuerdo.
La prolongación de la guerra amenaza con convertirse en una crisis política de primer orden para Netanyahu
Las movilizaciones de este sábado confirman que el conflicto ha abierto una grieta profunda en la sociedad israelí. Cada nueva jornada de protestas amplifica la presión sobre Netanyahu, que se enfrenta a un dilema político: mantener la ofensiva o responder a las crecientes demandas de paz y liberación de rehenes.











