Francisco Reynés, presidente de Naturgy
En su discurso ante la junta general de accionistas, Reynés señaló que Naturgy está preparada «para poder seguir invirtiendo y no dejar pasar ninguna oportunidad, ya que la compañía dispone de liquidez suficiente -situada en unos 9.500 millones de euros a cierre de 2022- para afrontarla», si es que se presentaran proyectos que encajen en su ruta de creación de valor.
De cara a 2023, auguró que volverá a ser «un año no fácil», aunque reafirmó la previsión ya anunciada de un resultado bruto de explotación (Ebitda) para este ejercicio al menos igual al de 2022, así como del dividendo, que ascendió a 1,20 euros por título.
«En este escenario, que vemos todavía como un escenario convulso, si se mantuvieran las condiciones estaríamos hablando de que en el año 2023 no tendríamos que ir para atrás respecto al año 2022», reiteró.
Por otra parte, Reynés destacó el «papel esencial» de Naturgy durante 2022 en el suministro de gas a España, que se convirtió en «una de las preocupaciones de la sociedad», aunque subrayó que, como se está viendo en la actualidad, el invierno ha pasado sin que se haya tenido que realizar ningún corte en los suministros de gas.
Asimismo, subrayó el esfuerzo inversor del grupo a lo largo del pasado ejercicio, con una cifra de 1.900 millones de euros, un 30% más que el año anterior, de los cuales 1.200 millones de euros se destinaron
al crecimiento. Igualmente, valoró que 1.300 millones de euros de esta partida de inversión fue compatible con la taxonomía europea.
En este sentido, el directivo también afirmó que la inversión en generación renovable forma parte del objetivo estratégico de crecimiento de la compañía, como demuestra el hecho de que el 60% de las inversiones de 2022 se dedicaron precisamente a aumentar el parque de instalaciones tanto eólicas como fotovoltaicas. «Y así seguiremos durante los años venideros, teniendo en cuenta de que es uno de los ejes estratégicos claros de crecimiento», dijo.
Finalmente, respecto a la situación de la Cañada Real, y a preguntas de accionistas, Reynés defendió que la situación de uno de los sectores de la zona -el 6-, que no goza de electricidad, se debe a las restricciones técnicas, «que no permiten que accedan a la electricidad para proteger al resto de los habitantes».
Así, el presidente de la energética aseguró que la compañía la dirigen «personas que tenemos corazón, que tenemos alma y que queremos lo mejor para todo el mundo y que haremos lo posible para que todo el mundo tenga lo que le toca».
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