El ‘delirante’ mercado del alquiler en Madrid: 2.400 euros al mes por 35 m2

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El ‘delirante’ mercado del alquiler en Madrid: 2.400 euros al mes por 35 m2

Vivienda en alquiler

La irrupción de los alquileres turísticos en vivienda privada ha disparado el precio de los alquileres residenciales, provocando un éxodo hacia el extrarradio. La gentrificación de Madrid es un hecho. La ‘elitización residencial’, tal y como lo denomina el diccionario de español urgente Fundéu, supone la llegada de “inversiones adicionales que mejoran la calidad de vida integral del barrio” y que, a la postre, encarecen el precio de los inmuebles, provocando que muchos residentes en barrios céntricos se vean obligados a ‘emigrar’ a zonas periféricas.
 
Este fenómeno siempre ha ido acompañado de las clases más pudientes, que sustituyen a las denominadas ‘populares’ en aquellas zonas gentrificadas. Véase los casos de los barrios madrileños de Malasaña, Lavapiés o La Latina. En estos lugares, todos acaecidos en la zona centro de Madrid, el aumento del precio de la vivienda en alquiler ha sido un factor determinante en la ‘expulsión’ de muchos de sus habitantes.
 


La falta de vivienda nueva es una de las razones que se esgrimen como responsable de ese incremento en el precio. Sin embargo, a nadie se le escapa que el trasvase del uso residencial al vacacional en las viviendas de alquiler es el eje principal del problema. Los dueños de inmuebles prefieren alquilar el piso más caro a turistas y por días que a alguien que quiera vivir en él a medio-largo plazo.
 
El principal referente de ese nuevo mundo habitacional es Airbnb, la compañía estadounidense que pone en contacto a propietarios de vivienda con usuarios – turistas. Enfrente, Idealista, la página web referente del (próximamente) anterior mundo, cuando se alquilaba a largo plazo.
 
El siguiente gráfico revela la preocupante situación del centro de Madrid. A la izquierda, los pisos de alquiler turístico de Airbnb (los alquilados y sin alquilar). A la derecha, los alquileres residenciales de Idealista (los no alquilados).
 


El resultado de este gráfico es sencillo: cada vez hay menos casas donde vivir, y por tanto, las que hay son más caras. Según la web de análisis Airdna, en estos momentos existen 11.713 activos de Airbnb en la ciudad de Madrid. De los cuales el 63% corresponden a viviendas enteras, el 34% a habitaciones privadas y el restante a habitaciones compartidas.
 
Un estudio de mercado realizado por Hugo Villanúa Vega para la plataforma public revela cómo en los últimos años, tras la irrupción de Airbnb en el mercado, el precio de la vivienda en los barrios de Madrid se ha disparado. De hecho, la página web somosmalasana.com coincide con el gráfico (a continuación) al asegurar que el precio de los alquileres de vivienda habitual en el barrio de Malasaña de Madrid ha aumentado hasta en un 15% en cuestión de unos meses.

Alquiler

 
Un artículo de la misma web especializada en el barrio madrileño refleja con un caso práctico el estado en el que se encuentra el alquiler residencial en el centro de Madrid.
 
“Si una pareja se pusiera a buscar hoy piso de alquiler en Malasaña se encontraría con solo un puñado de viviendas disponibles en agencias y páginas online. Pero si esa misma pareja quisiera pasar un fin de semana como turistas en la zona tendría a su disposición un amplio catálogo de cientos de pisos y habitaciones, de todos los precios y tipos, en Airbnb, multinacional que lidera en internet el alquiler de viviendas vacacionales.”
 
El auge de los alquileres turísticos es de sobra conocido en Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau se ha puesto manos a la obra para tratar de paliar los efectos negativos sobre la población. Madrid parece que comienza a percibir el problema. Al menos, el Ayuntamiento ha establecido una mesa de debate-reflexión sobre el asunto y ha barajado la posibilidad de estudiar sanciones futuras a compañías como Airbnb.
 


Algo que reclama la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), que denuncia que “en  Madrid se ha detectado un crecimiento espectacular de este tipo de alquileres, que ha pasado en un año de 10.000 a 20.000 viviendas y de 37.000 a 74.000 camas, la gran mayoría sin registrar», ha destacado su presidente, Gabriel García, en declaraciones recogidas por Europa Press. «Se trata de competencia desleal para el sector que se debe atajar», apostilla.
 
En definitiva, la falta de vivienda nueva, la gentrificación y el incremento de las viviendas de alquiler turístico ha aumentado en cerca del 14% el precio medio del metro cuadrado de la capital en apenas un año. Solo así se ven los ‘delirantes’ anuncios recogidos en el perfil de Twitter de @Madridsealquila.
 

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