La gestión de la M-30 ideada por Gallardón deja 40 millones en manos privadas desde 2009

Madrid

La gestión de la M-30 ideada por Gallardón deja 40 millones en manos privadas desde 2009

Alberto Ruiz-Gallardón, exalcalde de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid airea las cuentas de la sociedad mixta, cuyos gastos considera muy superiores al coste real del mantenimiento de la infraestructura. La sociedad mixta Madrid Calle 30 ha desembolsado entre 2005 y 2014 más de 502 millones de euros  en concepto de pago de impuestos, intereses de deuda subordinada y dividendos repartidos al socio privado. Así lo ha explicado hoy el concejal Carlos Sánchez Mato durante la Comisión de Economía y Hacienda, recordando que es el Ayuntamiento el que se hace cargo del pago de mantenimiento de las infraestructuras, que es muy inferior al coste real final para las arcas municipales.
 
La empresa Madrid Calle 30 está participada por el Ayuntamiento, con el 80% del capital, y por un socio privado, que cuenta con el 20% restante. A la hora de repartir dividendos, Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (EMESA), formada por Ferrovial Servicios, Dragados y API Conservación, se ha hecho con 39,8 millones de euros por su participación en la gestión de la infraestructura.

“Desde 2005, el desembolso provocado por Madrid Calle 30 ha sido elevado”, denuncia ahora el ejecutivo municipal de Manuela Carmena. De los 502 millones de euros, más de 289 millones corresponden al pago del IVA repercutido y más de 106 millones al Impuesto de Sociedades. “Se trata de impuestos que podrían haberse ahorrado si el Ayuntamiento hubiera asumido la obra y posterior mantenimiento y gestión de infraestructuras. Además, los dividendos pagados a los socios privados hasta finales de 2014 han ascendido a más de 39 millones en detrimento de las arcas públicas municipales”. 
 
La sociedad se creó en 2004 bajo la alcaldía de Alberto Ruiz-Gallardón y a finales de ese año el Pleno del Ayuntamiento acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta a través de una sociedad de economía mixta. En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA. Tras la concesión quedó establecido el modelo económico-financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040, explica el consistorio en un comunicado.
 
Se fundó inicialmente para construir los túneles de la M-30 con la intención de que no computara como deuda municipal. El objeto social y la actividad principal incluyen la gestión, explotación y mantenimiento, además de las obras de reforma y mejora, de la vía de circunvalación M-30 y sus infraestructuras y espacios relacionados. La sociedad ya no tiene deuda, subrogada en 2011 al Ayuntamiento, aunque sigue funcionando con el diseño mercantil inicial.
 
Ingresos y gastos
 
La única fuente de ingresos de la empresa, que cuenta con 13 trabajadores, es el consistorio madrileño, que transfiere anualmente la cantidad de 125,7 millones de euros para su mantenimiento. “Esa partida apenas ha sufrido modificaciones a lo largo de los años de recortes en limpieza o gasto social, porque estaba fijada en el contrato programa”, explica el departamento de Sánchez Mato.
 
“Pero Madrid Calle 30 gasta mucho menos: según las últimas cuentas depositadas en el registro mercantil de Madrid correspondientes al pasado ejercicio, 37,4 millones de euros”, informan las mismas fuentes. En este punto, el Gobierno municipal estudia el desequilibrio para esclarecer si el mantenimiento y las obras son adecuadas a las necesidades o si la transferencia es excesiva.
 
Al gastar menos de lo que ingresa, ha explicado Carlos Sánchez Mato, Madrid Calle 30 da beneficios –cerca de 84 millones de euros en 2014­– de los que el 80% revierten en el Ayuntamiento en forma de dividendos y el 20% en EMESA. Y antes de que el dinero público regrese a su origen paga impuestos: “solo el año pasado Madrid Calle 30 abonó en impuestos de sociedades 24,3 millones”, informa el Ayuntamiento. 

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