Tomás Gómez pide al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid que frenen este “proceso de especulación con la educación infantil” y prorroguen el contrato a las cooperativas que llevan estos centros. La situación que atraviesan las escuelas infantiles madrileñas ha hecho saltar las alarmas en el PSM, que ha cargado contra Ana Botella e Ignacio González por querer “hacer negocio con los bebés” privatizando estos centros. Según ha dicho el líder de los socialistas de la región, Tomás Gómez, “con los niños no se puede comerciar”, por lo que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid deben frenar este “proceso de especulación con la educación infantil” y prorrogar los contratos de las cooperativas que actualmente se encargan de estos centros.
Así lo indicó Tomás Gómez ayer durante su visita a ‘Las Nubes’, una de las escuelas infantiles municipales que se van privatizar. Según el socialista, la alcaldesa y el presidente de la Comunidad de Madrid deberían ser “sensatos” y abandonar sus planes de hacer negocio con la educación de los más pequeños, ya que el hecho de seguir con sus planes podría tener “consecuencias irreversibles”.
El Ayuntamiento de Madrid quiere sacar a concurso la gestión de ocho escuelas infantiles de la capital, hasta ahora gestionadas por cooperativas de economía social sin ánimo de lucro -Las Nubes (Retiro), Hiedra (Canillejas), El Duende (Centro), Amanecer (Vicálvaro), Aguadulce (Tetuán), Las Viñas (Moncloa), La Caracola (Fuencarral) y El Lirón (Moratalaz)-, una decisión que, alertan desde el PSM, afectará a unos 900 niños.
Los socialistas denuncian que Botella, con el “beneplácito” de la Comunidad de Madrid, quiere dejar en manos privadas estos centros de titularidad municipal y cofinanciados por el Ejecutivo autonómico. Algo que hará apoyándose en unos pliegos en los que se rebaja “temerariamente” el precio de licitación en torno a un 20%, lo que hará “imposible” que las actuales cooperativas puedan concursar, provocando así el “deterioro” y “eliminación” de los proyectos educativos ahora vigentes y la expulsión de las plantillas que “tan buen servicio están dando”.
Asimismo, desde el PSM recuerdan que son 12.000 los padres que han firmado por la continuidad de los equipos actuales en las escuelas infantiles. Es por ello que Tomás Gómez se preguntó “por qué si están funcionando bien el Ayuntamiento quiere hacer un cambio tan dramático, como es dar estas escuelas infantiles al negocio” de la privada.
“Hay que paralizar cualquier proceso de especulación con la educación infantil, parar cualquier adjudicación a una empresa privada por grande o por pequeña que sea, que se prorrogue a los profesionales que están trabajando, porque los padres quieren dejar a sus hijos con seguridad en un sitio, y la confianza y la seguridad la dan hoy los profesionales que están ejerciendo en estas escuelas infantiles”, dijo el socialista, que exigió a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento “que no hagan negocio también con los bebés”
Por su parte, el portavoz de las AMPAs de las escuelas infantiles afectadas, Carlos Aguilera, reclamó a Botella que diga de una vez “quién va a hacerse cargo de nuestros hijos el curso que viene” y exigió que “se prorroguen los contratos de los equipos actuales que tan buen trabajo están realizando” y que las administraciones no conviertan esta concesión en una subasta a la baja, sino que el criterio educativo sea el que más peso tenga. “No destruyan los proyectos educativos” actuales, reclamó.
Y es que, la situación es delicada. Según Tomás Gómez, estas escuelas infantiles pueden corren la misma suerte que los centros que quedaron en manos de empresas como Clece, que posteriormente fue comprada por un fondo de inversión americano. “Hoy la educación infantil de parte de las familias de esta Comunidad está en manos de un fondo de inversión”, criticó el socialista, que afirmó que “con los niños no se puede comerciar”.







