Varios de los cargos más relevantes de la extinguida Alianza Popular (AP) tienen más relevancia que nunca ante la relación de dos de los más importantes líderes autonómicos del PP como Esperanza Aguirre y Francisco Camps con los empresarios de la trama Gürtel.
Así, el fundador de AP y del propio PP como es Manuel Fraga no cesa en su empeño de recordar a estos ‘barones’ regionales y al propio Mariano Rajoy que él cortó de lleno con la trama al primer síntoma. Hoy mismo, Fraga ha recordado que “yo mismo en Galicia tuve gente -en referencia a Pablo Crespo, ex secretario de Organización del PP gallego e imputado en la trama Gürtel- que lo intentó (enriquecerse a costa del PP). Tardé en enterarme pero entonces dije se acabó”.
El ex presidente de la Xunta no fue el único en dar carpetazo a su relación con esta trama, sino que el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, también de Alianza Popular, enseñó la puerta de salida a uno de los implicados en el caso como es el Alberto López Viejo. Ante supuestas contrataciones irregulares durante la etapa de López Viejo como edil en el último mandato del alcalde José María Álvarez del Manzano, Gallardón no contó con él para la lista electoral de 2003.
Tras esta decisión, López Viejo fue recogido por Aguirre para, a pesar de estas sospechas, ostentar la Consejería de Deportes de la región y continuar con sus ‘negocios’.
Si Rajoy hubiera tomado ejemplo de Fraga y Gallardón no tendría que haber visto cómo en marzo de este año la red de Francisco Correa le intentaba chantajear con un vídeo de él asegurando que Fraga está ‘gagá’.
Para echar más leña al fuego, Fraga, hoy mismo en los micrófonos de COPE, alabó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de quien dijo que es «extraordinaria y por encima de toda sospecha», para a continuación reconocer que sobre Francisco Camps «no diría lo mismo».
