El Congreso de los Diputados no cerrará sus puertas esta noche ante el adiós masivo de la ciudadanía. El tributo del pueblo a Adolfo Suárez se mantendrá hasta las 10.00 h del martes, cuando comience el traslado ávila Cientos de ciudadanos de distintas edades forman una fila que rodea varias manzanas adyacentes a la Cámara para visitar la capilla ardiente.
Los ciudadanos han salido a la calle para decir su último adiós a Adolfo Suárez. Cientos de personas esperan desde primera hora de la mañana para poder acceder al Congreso de los Diputados, donde se ha instalado la capilla ardiente, que se ha abierto al público a las 12.30 horas. La cola que forman estos ciudadanos se hace más larga por momentos y llega ya hasta Cibeles. Casi un kilómetro de espera para despedir al expresidente del Gobierno.
Antes de que se abra al público la capilla, los Reyes y la infanta Elena ya han podido decir su último adiós a Suárez y mostrar sus condolencias a la familia de este último. En una visita que ha durado poco más de media hora, Don Juan Carlos, ayudado por su bastón, se ha acercado al ataúd y ha condecorado al que fuera jefe del Ejecutivo a título póstumo con la , la máxima condecoración que concede el Estado.
Tras saludar a los hijos de Suárez y a sus nietos, así como a la multitudinaria representación política que ha asistido a este acto, el monarca ha asegurado a su salida del Congreso sentir “una gran pena” por la muerte del expresidente.
Junto a los Reyes, en esta capilla ardiente estaban Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Asimismo, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, los presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, y los del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y del CGPJ, Carlos Lesmes, así como los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado.