El exdirector de El Mundo afirma en Twitter que “10 años después nuestro Estado ha sido incapaz de aclarar ni quién ordenó la masacre ni quién ni cómo puso las bombas”. El ex director de El Mundo no se mueve ni un ápice de su teoría de la conspiración sobre los atentados de los trenes de Madrid que tuvieron lugar el 11 de marzo de 2004 y hoy ha insistido en Twitter en que “10 años después nuestro Estado ha sido incapaz de aclarar ni quién ordenó la masacre ni quién ni cómo puso las bombas”.
Pedrojota señaló en su Twitter que “constato que la busca de los responsables de la siembra de pistas falsas (mochila de Vallecas, Kangoo, Skoda) también ha sido yugulada” y añadió: “Mantengo sin cambiar una pausa mi Yo Acuso de 2009 contra los 18 jueces, policías y fiscales que impidieron que conozcamos la verdad”.
El periodista se refiera a las manifestaciones que hizo en junio de 2009, durante la presentación de un libro, cuando acusó a una quincena de funcionarios públicos de no averiguar “la verdad del atentado político» del 11 de marzo de 2004 en Madrid, entre ellos a los jueces Juan Del Olmo y Javier Gómez Bermúdez, a la fiscal Olga Sánchez, y a responsables policiales como Miguel Ángel Santano, Félix Hernando, Juan Jesús Sánchez Manzano, Pedro Díaz Pintado o Jesús de la Morena.
El periodista se mantiene en su posición a pesar de que su sucesor al frente del diario, Casimiro García-Abadillo, reconoce en su editorial de hoy, al igual que hiciera en el del domingo, que han cometido algunos “errores”, asunción de errores que no gustó nada a Federico Jiménez Losantos, otro de los impulsores de la teoría de la conspiración, quien en las mismas páginas de El Mundo afeó su conducta a su nuevo director.
García-Abadillo editorializó el domingo que “los que dudamos de esa versión (Al Qaeda se venga de España por su intervención en Irak con un gran atentado), también cometimos errores. Dimos crédito a algunas informaciones faltas de rigor, que sólo tenían como fin confundirnos y llevarnos a un callejón sin salida” y la reacción de Losantos no se hizo esperar: “Lo que no se perdona en la basurienta España actual, es tener que reconocer los aciertos. Por ejemplo, haber denunciado públicamente que la versión oficial de la masacre era una patraña y que todas las pruebas que aduce son falsas”.
