La OMC ha decidido sancionar a la presidenta, Sonia Arribas, y a otros dos miembros de la Junta Directiva por la ‘guerra’ interna que mantienen abierta desde hace meses. Los constantes escándalos en los que se ha visto sumido el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) han acabado por cansar a los facultativos de la región. Tanto es así que el último de ellos, el hecho de que la presidenta Sonia Arribas haya sido expedientada por la ‘guerra’ interna que mantiene con el resto de la Junta Directiva, ha sido la gota que ha colmado el vaso. El colectivo, harto de estos problemas, ha exigido la convocatoria anticipada de elecciones.
Tal y como han explicado a ElBoletin.com diversas fuentes médicas, la situación en la que se encuentra la institución es “lamentable” y refleja la necesidad de un cambio inmediato. “Necesitamos nuevos estatutos y un proceso electoral” que resuelva el distanciamiento de Arribas y la Junta Directiva, porque está afectando al normal funcionamiento del ICOMEM, han comentado estas mismas fuentes, que afirman que lo que está ocurriendo en el Colegio “es un desastre y no gusta” a los 38.000 médicos a los que se supone que representa.
La crisis interna en la que está sumida esta organización colegial ha estado a punto de estallar en varias ocasiones, aunque de momento Sonia Arribas se mantiene en la presidencia. No obstante, la situación podría cambiar ante la decisión de la Organización Médica Colegial (OMC), organismo que agrupa a todos los colegios de España, de tomar cartas en el asunto.
Esta institución anunció el pasado sábado, durante la Asamblea General Extraordinaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), que admitía seis denuncias relacionadas con aspectos deontológicos presentadas por Arribas de un lado, y por la vicepresidenta y el secretario de la institución madrileña, Ana Sánchez y Emilio Villa Alcázar, de otro, y expedientar a los tres implicados.
Una decisión que llegó después de que la OMC hubiese estudiado el informe elaborado por la instructora del caso, la presidenta del Colegio de Médicos de Lérida, Rosa Pérez, nombrada por la propia Asamblea el pasado mes de diciembre, quien entregó un análisis de 500 folios sobre las denuncias de las dos partes enfrentadas. Asimismo, la institución también tuvo en cuenta el informe consultivo de su Comisión Central de Deontología y el de su Asesoría Jurídica.
No obstante, a pesar de que la decisión de la OMC es un primer paso en pos de solucionar la insostenible situación en la que se encuentra el ICOMEM desde hace meses por el enfrentamiento entre Arribas y el resto de la Junta Directiva, lo cierto es que son muchos los colegiados que creen que esta crisis se está alargando demasiado y que eso podría tener consecuencias muy negativas para la profesión médica.
Uno de ellos, Julián Ezquerra, secretario general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), se pronunció este fin de semana en su cuenta personal de Twitter, donde comentó que el problema del Colegio de la capital es “feo, feo, feo” y dijo que los facultativos “no merecemos esto”. Asimismo, consideró que las “imputaciones, expedientes, y denuncias cruzadas” no hacen más que empeorar la imagen del ICOMEM y que esa “no es la idea de colegio” que tienen los médicos madrileños, por lo que invitó a sus colegas a “reflexionar y ayudar” para solucionar cuanto antes esta crisis.
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