La secretaria general del PP ha reducido a la mínima expresión sus apariciones públicas en Madrid y se ha limitado a atender sus responsabilidades en el Ejecutivo manchego. María Dolores de Cospedal ha encontrado en Castilla-La Mancha, región que preside, el refugio perfecto para la actual crisis de liderazgo que está sufriendo en el PP, donde cada vez son más las voces que reniegan de su gestión. Una situación que se agravó la semana pasada con la decisión de Mariano Rajoy de apostar por Juan Manuel Moreno como futuro líder del partido en Andalucía y no por José Luis Sanz, candidato de Cospedal. Desde este fracaso, la secretaria general de los populares apenas se ha dejado ver por Madrid y se ha refugiado en su ‘tierra’.
Una reunión con el presidente de la CEOE-CEPYME de Cuenca, Abraham Sarrión; una intervención en Toledo junto al comisario europeo para la Programación Financiera y el Presupuesto, Janusz Lewandowski; un encuentro con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador; o una cita con la Comunidad de Regantes ‘La Mancha de Toledo’ han monopolizado la agenda de Cospedal desde el pasado viernes.
Todas estas actividades, y muchas más, se han producido en apenas siete días y tienen un mismo denominador común: se enmarcan en la responsabilidad de la dirigente popular como presidenta autonómica. Cospedal ha dejado a un lado sus actos púbicos como secretaria general del PP para centrarse en sus labores al frente del Ejecutivo manchego.
Únicamente, la ‘número dos’ del partido ha pisado Madrid el lunes. Ese día, fue al plató de ‘El programa de Ana Rosa’, dónde fue entrevistada, y asistió a la tradicional reunión de los ‘maitines’ de los lunes. Tras esta cita es habitual que comparezca en rueda de prensa, pero que esta vez no fue así, sino que evitó dar la cara ante los medios de comunicación. En su lugar, intervino Carlos Floriano.
Esta actitud, la de ‘esconderse’ en su tierra, se debe al mal momento por el que está pasando Cospedal. Su figura está cada vez más en entredicho y pocos apuestan por ella. Sobre todo, tras la mencionada intervención del presidente del Gobierno en la crisis del PP andaluz. Los esfuerzos de la dirigente manchega por colocar a su candidato, José Luis Sanz, al frente del partido se vinieron abajo ante la oposición de los afines a Javier Arenas.
Una negativa a apoyar a Sanz que derivó en una disputa interna que acabó con la decisión de Rajoy de imponer a Juan Manuel Moreno, en lo que supuso una clara desautorización del líder del PP a Cospedal.
Tal fue la derrota cosechada por la secretaria general del partido que, tal y como ha reconocido ella misma, a principios de esta semana aún no se había puesto en contacto con Moreno para felicitarle. Incluso, aún está en el aire la presencia de Cospedal en el Congreso del PP andaluz que se celebrará dentro de poco más de una semana, el primer fin de semana de marzo.