La privatización de las donaciones de sangre, primera batalla de la Marea Blanca contra el sustituto de Lasquetty

Donación de sangre

La privatización de las donaciones de sangre, primera batalla de la Marea Blanca contra el sustituto de Lasquetty

Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid

La izquierda y los colectivos en defensa de la Sanidad pública reclaman a Javier Rodríguez que detenga el acuerdo alcanzado con Cruz Roja. El sucesor de Javier Fernández-Lasquetty en la Consejería de Sanidad tiene ante sí el primer ‘incendio’ que debe apagar: las protestas contra la privatización de las donaciones de sangre. A la espera de conocer la decisión judicial definitiva sobre la externalización de los hospitales, la izquierda y la Marea Blanca se han lanzado a exigir a Javier Rodríguez que paralice el acuerdo alcanzado entre la Comunidad de Madrid y Cruz Roja para que sea la entidad privada la que se encargue de la gestión de las extracciones en la calle a partir del 1 de marzo.

Javier Rodríguez no ha tenido ni una semana de calma como nuevo consejero de Sanidad. El encargado de tomar el relevo de Lasquetty ya se ha encontrado con el primer problema que debe resolver, y es que los empleados del Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid han retomado con fuerza su campaña contra la privatización de las donaciones de sangre.

Este colectivo, al que apoyan tanto los partidos de la oposición como las asociaciones de sanitarios y pacientes que conforman la Marea Blanca, exigen a Rodríguez que tome una decisión y diga claro si va a seguir adelante o no con la política privatizadora de su antecesor, cuyo siguiente paso es precisamente la puesta en marcha del acuerdo con Cruz Roja.

Los trabajadores del Centro de Transfusiones se encerraron el pasado lunes contra esta medida, y según han indicado la Consejería de Sanidad trató de frenar la protesta asegurado que mantendría el empleo de las 130 personas que se encargan de las extracciones en la calle, servicio que va a quedar en manos de Cruz Roja. No obstante, la plantilla ha decidido seguir adelante con su movilización “hasta que se garantice que todo el proceso de donación de sangre va a seguir siendo público”.

Y por si esto no fuese suficiente, IU se ha sumado a estas demandas y ha pedido al nuevo consejero de Sanidad que paralice el convenio que dará a Cruz Roja todo el control sobre las colectas de sangre en la vía pública.

El coordinador general de la formación en Madrid, Eddy Sánchez, y el portavoz de Sanidad en la Asamblea regional, Rubén Bejarano, han visitado estos días a los trabajadores encerrados en el Centro de Transfusiones y han exigido a Rodríguez que dé marcha atrás porque “no hay excusa para privatizar este importante servicio que estaba siendo llevado a cabo por los empleados con una gran profesionalidad y con la máxima calidad”.

Una situación y unas exigencias a las que Javier Rodríguez debe dar una rápida respuesta, que podría llegar por medio del diálogo. Tal y como dijo en su discurso de investidura, está dispuesto a hacer de la negociación su ‘bandera’, y así lo ha mostrado en sus primeros días al frente de la Consejería de Sanidad, que ha destinado a reunirse con los sindicatos sanitarios (CCOO, UGT, CSI-F, Amyts) para conocer sus opiniones, tratar de limar asperezas y mostrarles su buena voluntad.

No obstante, esta estrategia no le ha servido de momento con los trabajadores del Centro de Transfusiones, que le piden un paso claro y contundente que rompa con los preceptos de Lasquetty y demuestre que de verdad está dispuesto a gestionar la Sanidad junto a los profesionales.

A la espera de ello, los trabajadores de esta entidad han organizado diversas concentraciones para mostrar su oposición al acuerdo con Cruz Roja. Una tuvo lugar ayer por la tarde frente al Centro de Transfusiones, y la otra se ha convocado mañana, a las 12 horas, en la Puerta del Sol.

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