La vicepresidenta ha reiterado que el Gobierno y el PP han defendido “siempre” que la banda terrorista tiene que “disolverse sin condiciones y sin concesiones”. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha evitado “entrar en polémicas con las víctimas” de ETA tras las críticas que la hermana de Gregorio Ordóñez y presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) del País Vasco, Consuelo Ordóñez, dedicó al Ejecutivo de Mariano Rajoy, al que acusó de “despreciar” a este colectivo.
“No quiero entrar en polémicas con el dolor de las víctimas porque es muy difícil hacer política en sitios como el País Vasco o Navarra”, ha asegurado Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros por las mencionadas discrepancias aparecidas en los últimos días con el XIX aniversario de la muerte del exconcejal del PP.
La vicepresidenta se ha limitado a insistir en que, tanto el Gobierno como su partido, “ha mantenido siempre una postura inequívoca”. “Para nosotros, según la dirigente popular, ETA “tiene que disolverse sin condiciones y sin concesiones”.







