El ministro de Justicia insiste en que una malformación del feto, una discapacidad, en si misma, no autoriza el aborto. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, afirmó en Los Desayunos de TVE que la reforma del aborto es un “debate procedente, anunciado para ampliar los derechos del concebido y de la mujer embarazada, también”.
Gallardón insiste en que el “Tribunal Constitucional hablado tres veces sobre este asunto donde se dice que el artículo 15 de la Constitución protege también al concebido y que esta protección cuando entra en conflicto con los derechos de la mujer debe ser resuelta por el legislados y eso es lo que hacía la ley del 85 y lo que hace nuestro proyecto de ley”.
El ministro afirma que “la Constitución dice que no se puede legislar el aborto como un derecho de las mujeres y recuerda que otros países tienen otras Constituciones”, pero en España tenemos que legislar de acuerdo a nuestra Constitución.
A la pregunta de si habrá cambios en el trámite parlamentario en el anteproyecto de ley sobre el supuesto de malformación, Gallardón no contesta directamente y se limita a decir que al tratarse un proyecto de ley puede haber cambios ya que si no sería un decreto.
Pero a continuación dejó claro que hay unas líneas que el Gobierno no va a abandonar primero, la interpretación de la Constitución que ha hecho el TC y los tratados internacionales e insiste en que “hay requerimiento de Naciones Unidas que daba de plazo hasta 2015 para modificar la ley de 2010 porque entendía que vulneraba el convenio de las personas con discapacidad”.
Para Gallardón “una malformación, una discapacidad por el hecho de producirse no autoriza el aborto, lo que sí autoriza la ley es que se interrumpa el embarazo cuando una mujer tenga un daño psíquico por esta causa: para proteger la salud de la mujer, no para desproteger al feto”.
Sorprendentemente, Gallardón niega que la reforma del aborto haya provocado discrepancias en el Partido Popular: “Le puedo asegurar que en un debate como éste cualquier opinión siempre es bien recibida” pero dice que salvo la opinión histórica de Celia Villalobos, a la que pone como un ejemplo de lealtad, nadie ha tenido un criterio de diferente. “El resto de las personas no ha manifestado un criterio contrario al proyecto, no hay nadie que diga que prefiera la ley anterior, todo el mundo es partidario de la modificación, de cumplir el programa electoral”, declaró el titular de Justicia.
Reitera que “no se va a permitir que con ignorancia de sus padres una menor se enfrente a una circunstancia tan dramática como un aborto”.
El ministro se queja de que el PSOE no proponga un texto alternativo y se limite a pedir la retirada del proyecto: “pedir que retiremos el proyecto es una arrogancia de la izquierda” que piensa que tiene una superioridad moral. “No nos creamos que la izquierda tiene una superioridad moral”, apostilló Ruiz-Gallardón.
Dice que llamar la reforma del aborto “ley Gallardón es cosa de los medios de comunicación” y señala que “un proyecto de ley a partir del momento en que es aprobado Consejo de Ministros es de todo el Gobierno”.
Sobre Cataluña dice que el nacionalismo catalán quiere decir sobre algo que nos pertenece a todos y esto es contrario a la Constitución y recalcó que “no existe un marco legal para que una parte de los españoles decida por todos”. “No puede venir una corriente separatista a romper la convivencia de los españoles”, puntualizó.
“No cabe una consulta dentro de nuestra democracia y por tanto, esta consulta no se va a celebrar”, concluyó Gallardón.
