La entidad privada se encargará de la captación de donantes y de las extracciones, mientras que la Comunidad de Madrid asumirá el procesado, análisis y distribución de la sangre. El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde al convenio que firmará la Consejería de Sanidad de Javier Fernández-Lasquetty con Cruz Roja sobre la gestión de las donaciones de sangre. Según este acuerdo, la entidad privada se encargará de la captación de donantes y de las extracciones que se realicen en la calle, mientras que el Centro de Transfusiones regional asumirá el procesado, análisis y distribución de la sangre. Está previsto que este convenio entre en funcionamiento el próximo 1 de enero.
Según ha informado el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, en rueda de prensa, el convenio con Cruz Roja trata de evitar duplicidades en la recogida, conservación y distribución de las donaciones de sangre, ya que hasta ahora tanto la Comunidad de Madrid como la entidad se encargaban de la recogida y podían llegar a coincidir unidades móviles de ambas en el mismo lugar. No obstante, Victoria ha evitado pronunciarse sobre si esta nueva organización en la gestión de las donaciones supondrá despidos en las plantillas que se dedican a esta labor.
A partir de enero Cruz Roja será la encargada de la recogida y la Comunidad de la coordinación, así como del procesado, análisis, almacenaje y distribución de la sangre, lo que hará que el servicio de donación se preste “de una forma más eficaz”, ha dicho el portavoz del Ejecutivo autonómico, que ha explicado que las unidades móviles lucirán los logotipos con la imagen corporativa de ambos organismos.
“Al reunir el procesado de todas las donaciones en un solo centro se incrementa el volumen de actividad, lo que permite garantizar con mayor facilidad el abastecimiento de cualquier derivado hemoterápico de todos los grupos”, ha afirmado la Comunidad de Madrid en una nota. Además, dice, “con el desarrollo de este convenio, la donación y transfusión de sangre en la región se equipara al de las demás comunidades autónomas españolas, con una sola entidad coordinadora y de tratamiento, el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, que suministrará los derivados a todos los centros hospitalarios”.
Los trabajadores del Centro de Transfusiones habían alertado de que este proceso derivará en despidos y traslados forzosos, e incluso alguno de los colectivos que forman parte de la Marea Blanca, concretamente la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública-FADSP, había alertado de un posible ‘negocio’ con la sangre. Dos posibilidades que el Gobierno regional ha negado en su nota.
La Comunidad ha explicado que “desde los años 80 está prohibido que las donaciones de sangre sean objeto de comercio en nuestro país”. Según el Ejecutivo autonómico, “las donaciones sólo pueden ser altruistas y ninguna entidad, pública o privada, puede comerciar con la sangre o sus derivados”. Por ello, “cuando desde una entidad se suministran derivados de sangre a otra, lo que se repercute es el coste proporcional de los gastos de personal, materiales y otros, que han intervenido en el procesado de esa donación”. De esta forma explica que en 2014 se vaya a pagar a Cruz Roja 9,3 millones de euros por la sangre que recoja en la calle, a razón de 67 euros por bolsa.
Por otro lado, sobre la situación de los trabajadores del Centro de Transfusiones, la Comunidad afirma que “se van a mantener todos los empleos”. “Con esta premisa se está hablando y negociando con los representantes sindicales el futuro de los trabajadores actuales de las Unidades Móviles” de esta institución, “parte de los cuales seguirán trabajando en otras funciones en el mismo Centro, mientras que otros tendrán nuevo destino en diferentes centros sanitarios públicos”.
