El PP recurre al autoritarismo para frenar la fuga del voto conservador

El PP recurre al autoritarismo para frenar la fuga del voto conservador

El PP empieza a temer seriamente en la pérdida de votos procedentes de sus bases más conservadoras, pero su reciente giro a la derecha quizá no baste para evitarlo. Mariano Rajoy se enfrento el pasado viernes a una de sus peores pesadillas: una manifestación organizada por las organizaciones de víctimas que tanto ayudaron al PP a derribar a Zapatero y en la que no pudo evitar la presencia de la todopoderosa AVT. Algo que sus leales intentaron evitar hasta el último momento. Por todos los medios.

Pero, la presidenta de esta ‘institución conservadora’ alrededor de la cual se articula buena parte del electorado más conservador del partido que hoy Gobierna decidió estar con los suyos. Finalmente, Angeles Pedraza se hizo la temida foto con los otros líderes radicales que acusan al Gobierno de haberles traicionado y sólo tuvo un detalle para con el presidente: No hizo declaraciones.

Pero que no hablará en el marco de esa manifestación multitudinaria , convocada por el disidente popular Santiago Abascal no supone que no haya expresado su opinión. Lo ha hecho. Y con dureza. Ultimamente , sobre todo en las redes sociales donde ha llegado a decir que ETA prepara una «entrega de armas», un paripé que habría pactado con Rajoy, a cambio de que el Gobierno desmontara la ‘doctrina Parot’ y acelerara la salida de la cárcel de los ‘asesinos’ afectados por esta muestra avanzada de ‘ingeniería jurídica’ que ha desmontado el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

¿Las pruebas de que existe tal pacto? Sólo un evanescente razonamiento que se relaciona con la velocidad a la que los jueces de la Audiencia Nacional están liberando a los etarras, y en paralelo a los asesinos y a los violadores que se han beneficiado del fallo. Si algo tiene claro este ala ultraconservadora del PP es que la independencia judicial ni existe ni ha existido nunca.

Y mucho menos ahora cuando Gallardón se ha asegurado la ‘obediencia’ de los magistrados a las consignas políticas de los partidos que les nombran. O sea que la base conservadora que aupó a Rajoy hasta la mayor victoria obtenida jamás en las urnas por un líder conservador lo tiene claro. Si los etarras salen de la cárcel es porque el Gobierno quiere. Y este no es el pago que se merecen ellos, que fueron el ejército de choque que, pancarta en mano, desalojó a los socialistas del poder.

Algunos analistas políticos ven factible ahora, la aparición de un partido de corte ‘lepenista’ que crezca a costa de este desencanto. Aunque, otros aseguran que esa formación ya existe. Es la UpyD de Rosa Díez que habría conseguido buena parte de su crecimiento gracias a la postura radical y dura que mantiene frente a los nacionalismos.

Porque el desafío soberanista catalán, el auge del independentismo y el pulso que CiU y ERC le echan al Gobierno español también está limando la base electoral de los populares. Hasta conseguir un desapego que no se produjo por culpa de los escándalos de corrupción como los casos Gürtel o Bárcenas. Eso puede ‘venderse’ como propaganda socialista. Pero lo otro no.

Por eso, miles de manifestantes corearon el viernes el grito de «Rajoy dimisión». Y no eran zarrapastrosos ‘perroflautas’, ni socialistas corruptos, ni neocomunistas amantes del sistema cubano. Eran ‘hombres y mujeres de bien’ producto de esa ‘fragmentación del electorado popular’ que denunció Ana Botella en su reciente conferencia en el Club Siglo XXI. La esposa de Aznar que quiere ser candidata a la Alcaldía de Madrid para conservar el puesto que ahora ostenta, pero que no ha ganado en las urnas, ha demostrado que no va a tener demasiados problemas en alejarse del ‘centrismo’ gubernamental para fraguar su posible futuro político.

Y, de alguna manera, ella, que ahora parece copiar la estrategia de Esperanza Aguirre, la ‘jefa’ indiscutible del partido en la capital de España, ha mostrado un camino por el que Rajoy está dispuesto a transitar, al menos en parte. La reivindicación del autoritarismo y el rescate de la ‘herencia recibida’ como fórmula para justificar que este «Gobierno tenga que hacer cosas que no le gusta hacer».

Fruto de esta estrategia sería la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, de la que se ha encargado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Un ‘ultraconservador’ que necesita reivindicarse ante los suyos que ahora le consideran responsable de la ‘traición’ articulada en torno a la doctrina Parot. También las renovadas promesas de ese próximo endurecimiento de la Ley del Aborto que lleva meses prometiendo el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

Pero habrá más. O eso anticipan algunos analistas que consideran ‘clave’ la elección del candidato popular para las próximas elecciones europeas. ¿Jaime Mayor Oreja, de nuevo? Ni siquiera es descartable ahora. Aunque hace sólo un par de meses nadie habría apostado por él. La solución, como de costumbre, saldrá de las encuestas internas que manejan e interpretan Pedro Arriola y el ministro Wert.

Y, según los últimos rumores, cada vez más extendidos hay bastantes posibilidades de que está vez la número uno de la lista sea mujer. Una muy querida por el electorado más ‘ultra’. Una capaz de cantarle las cuarenta a esa UE que ha desactivado la doctrina Parot. ¿Se imaginan quién?

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