El jefe de la Delegación de Grandes Contribuyentes, Ignacio Huidobro, fue el que vinculó la salida de la inspectora al no haber aplicado un criterio de rebaja en la sanción de la multinacional cementera. La dirección de Grandes Contribuyentes convocó a una docena de inspectores para comunicarles el cese de la inspectora y el jefe de la Delegación Ignacio Ucelay. Ignacio Huidobro, su máximo responsable, fue el que vinculó la salida de la inspectora al expediente sancionador de la multinacional cementera Cemex.
Según una información de la Cadena Ser, fue una reunión en la que no se planteó el cambio de equipos como motivo de las dimisiones, un argumento que utilizado por el ministro Cristóbal Montoro y el propio director General, Santiago Menéndez.
Tal y como han afirmado fuentes de la Delegación consultadas por la citada emisora, el jefe de la Delegación de Grandes Contribuyentes, Ignacio Huidobro fue el que convocó la reunión urgente a las pocas horas del cese de la inspectora y la dimisión del jefe de la División, Ignacio Ucelay. Se habló del caso Cemex y no de una remodelación, lo que argumentaba el ministro Montoro y Santiago Menéndez y el comunicado oficial de la Agencia Tributaria.
Huidobro convocó a los inspectores que habían participado en el expediente, pero también, a los jefes de equipo de las dependencias de control tributario de Grandes Contribuyentes, que nada tenían que ver con el asunto Cemex. En total, unos 12 altos cargos de la Delegación.
Durante la reunión, Huidobro y los inspectores estuvieron enfrentados y el jefe de Grandes Contribuyentes acusó a la inspectora cesada de desobediencia por no haber consultado con la Dirección antes de cerrar el expediente.
La intención de Huidobro, según las fuentes internas consultadas por la citada emisora, era incorporar un criterio ad hoc en la tramitación del expediente, con el que se habría rebajado la sanción a Cemex de 450 millones a 15 millones de euros.
