Los técnicos de Hacienda piden a Montoro que revele la identidad de los asesores de Cemex

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Los técnicos de Hacienda piden a Montoro que revele la identidad de los asesores de Cemex

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda

Las explicaciones de la Agencia Tributaria sobre el expediente a la multinacional cementera no despejan las incógnitas del caso. He aquí el listado de tópicos que incluye el guión de la historia: puertas giratorias, grandes empresas que se ahorran impuestos, ceses ‘políticos’ de funcionarios ejemplares que fueron promovidos como ‘cargos’ de confianza por su solvencia técnica y soluciones ‘ad hoc’ cocinadas fuera de la Agencia Tributaria.

Estos son los ingredientes de un ‘culebrón’ que ha captado la atención de todas las audiencias, a pesar de tener un componente técnico que, en principio, debería limitar su interés a ciertos colectivos restringidos.

Todas estas características, y alguna otra, convierten al posible indulto fiscal que podría haber conseguido Cemex para eludir una multa de 450 millones de euros en un caso con todos los ingredientes para despertar el ‘morbo’ de la población. Y quizá algo más. La renovada certeza de que las leyes no son iguales para todos.

La posibilidad enunciada estos días por los medios de que algún renombrado despacho de asesores madrileño, Equipo Económico, muy conectado con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro que fue uno de sus fundadores en 2006 –cuando inició su labor con el nombre de Montoro y Asociados- mediará a favor de Cemex ante la cúpula de la Agencia Tributaria, sigue en el aire.

Por eso, los portavoces del Gestha, el sindicato de los técnicos de Hacienda, piden al Ministerio que revele la identidad de todos aquellos que han intervenido en el asunto. ¿Si no hay nada que ocultar por qué no hacerlo?

Sobre todo, cuando el caso ha provocado ya el cese de una inspectora, Dolores Linares, y la dimisión de Ignacio Ucelay, su jefe, y la persona encargada de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación de Grandes Contribuyentes de la Agencia.

Claro que Hacienda argumenta que estos ‘ceses’ de cargos de libre designación se producen en “el marco normal de un relevo en la Agencia Tributaria” que estaría relacionado con la llegada del nuevo director Santiago Menéndez.

El problema es que la rumorología sigue en aumento. Y señala sin dudas hacia ‘Equipo Económico’. Un despacho que preside Ricardo Martínez Rico, otro socio fundador de la consultora y exsecretario de Estado de Hacienda y Presupuestos durante el Gobierno de Aznar. Es además hermano de Felipe Martínez Rico, actual jefe de gabinete de Montoro.

Montoro se desvinculó de esta consultora en 2008 (entonces pasó a llamarse Equipo Económico). Pero, entonces aún seguía allí, su hermano Ricardo, que fue presidente del CIS entre 2000 y 2004 vendió el 15% que aún conservaba a mediados del año pasado.

La salida de Ricardo Montoro de la empresa tampoco estuvo exenta de polémica. El hermano del ministro se fue de la empresa después de la polémica que hubo por la relación entre Equipo Económico y Abengoa cuando se estaba tramitando la reforma energética de 2012.

La compañía de biocombustibles era cliente de la consultora y se le atribuyeron supuestas labores de lobby ante el ministerio de Hacienda para lograr una regulación fiscal más favorable o menos perjudicial para las energías renovables.

Ahora, los runrunes de la capital madrileña apuntan hacia otro ilustre antiguo alto cargo de un Gobierno de Aznar, el segundo. Es Salvador Ruiz Gallud, un consejero de Equipo Económico que fue director de la Agencia Tributaria en sustitución de Ignacio Ruiz-Jarabo (cuando el Gobierno le nombró presidente de la SEPI) en 2001.

Los portavoces oficiales de la empresa, consultados por elboletin.com, niegan la mayor. Son claros al asegurar que no existe ningún contrato que vincule a Equipo Económico con Cemex.

Ni para este asunto, ni para ningún otro. Además, creen que hay ‘alguien muy interesado’ en mezclarles con asuntos turbios y que es fácil saber si ellos han participado o no en el caso, puesto que en Hacienda hay un registro detallado para este tipo de reclamaciones, sobre quiénes son los asesores, quién entrega papeles y hasta quién visita las dependencias. Y, por supuesto, quien les busque no va a encontrarles ahí.

Sin embargo, fuentes internas de la Agencia Tributaria relacionadas con el departamento donde se ha producido la crisis aseguran que “eso no demostraría nada”.

Dicen que hay una práctica habitual en los grandes bufetes que es asesorar desde fuera. Interesarse por determinados expedientes por medio de llamadas telefónicas o comidas de índole personal con funcionarios relacionados con los casos.

Y, aunque, no están en condiciones de asegurar que Ruiz Gallud haya intervenido, concretamente en el expediente de Cemex, sí que confirman que lo ha hecho en otros, aunque no explican cuáles.

Desde el sindicato de los Técnicos de Hacienda, se resta importancia a la identidad concreta de las personas determinadas que pueden realizar estas labores de presión externa.

Señalan que en todos los grandes despachos de abogados hay personas con estas características. Muy bien conectadas con la Administración porque proceden de allí. Hasta utilizan esta característica, su ‘acceso’ al interior, como ‘argumento comercial’.

Y en lo que todas la fuentes profesionales relacionadas con la Agencia Tributaria que ha consultado elboletin.com sí coinciden es en señalar que la destitución de Dolores Linares y la dimisión de Ignacio Ucelay tienen que ver con el expediente de Cemex.

Con una supuesta ‘solución para el caso’ cocinada fuera de Hacienda en la que con respecto a una peculiar y desmesurada reducción de bases imponibles por aplicación de créditos fiscales se quiso cambiar el dictamen de ‘simulación’ que acarrea multas por el de ‘conflicto en la aplicación de las normas’ que no trae sanciones.

Un cambio de criterio que habrían intentado imponerles desde arriba a Linares y Ucelay, lo que, en principio, tampoco sería ni extraño ni único. Quienes están en estos cargos de libre designación reciben órdenes de quienes les nombraron porque son personas de su confianza. Y, por supuesto, las acatan.

El problema, en este caso, es que era muy difícil hacerlo, según explica un portavoz de los Técnicos de Hacienda. Al parecer, Linares habría hecho un trabajo tan primoroso y modélico que no era posible que Ucelay acatará la orden y mucho menos que se la trasladara a su subordinada .

Y, ¿quién la habría dado? Nadie lo sabe, aunque los rumores apuntan a Ignacio Huidobro, jefe de la Delegación como el que se habría encargado de trasladársela a Ucelay y Linares. Y, a partir de ahí no hay quien se arriesgue a dar más nombres.

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