Las figuras que ostentan el poder municipal en Cataluña, donde aún es mayoritaria CiU, empiezan a preocuparse por las encuestas desfavorables. Las figuras que ostentan el poder municipal en Cataluña, donde aún es mayoritaria CiU, empiezan a preocuparse por las encuestas desfavorables.
ERC puede ganar las próximas elecciones y, según una reciente encuesta de La Vanguardia, el Ayuntamiento de Barcelona estará tan fragmentado que puede terminar por ser ingobernable.
Son dos hechos objetivos que muestran las encuestas y que parecen haber tensado las relaciones entre la actual directiva de CiU y los nombres más prominentes entre los alcaldes de este partido que no están acostumbrados a ejercer de consortes.
Varios confidenciales de Internet se hacen eco en estos días de esa tensión. En una información publicada por ‘Economía Digital’ se llega a hablar incluso de la posible ‘disolución’ final de una Convergencia que no encuentra su sitio.
En este diario digital se citan, sin aportar nombres, las inquietudes de los cuadros medios del partido, que echan en falta la mano fuerte de un secretario general que ponga orden. Lo que hacía Artur Mas en los tiempos de Pujol.
Pero ahora no parece posible. Con la sede embargada, los problemas judiciales de figuras de ‘respeto’ como Oriol Pujol y el imparable trasvase de votantes hacia ERC, con un Oriol Junqueras que parece más ‘président’ que Mas, cada uno parece decidido a hacer la guerra por su cuenta.
Como acaba de pasar en Casteldefells donde CiU apoyaba al Alcalde del PP y ha roto esta semana la coalición, según las informaciones publicadas por Crónica Global, ante la posibilidad de que esta unión puedan condicionar el futuro del grupo municipal.
Pero, lo cierto es que la posible ‘revuelta’ de los alcaldes es más un movimiento del estilo ‘sálvese quien pueda’ que una tendencia organizada con líderes visibles y objetivos.
Hay quien cree que finalmente el partido desaparecerá y trata de buscar acomodo en una hipotética nueva formación de corte independentista que tendría su origen en la ‘candidatura de país’ que Mas quiere presentar enrolando a ERC y a los sectores más catalanistas de un PSC donde también hay fuertes tensiones.
Otro, sin embargo, se acercan a Unió. Creen que el ‘centrismo’ histórico de Durán tendrá finalmente recompensa porque los grandes empresarios catalanes le apoyan y no están nada cómodos apareciendo de la mano de ERC. Un partido que parece moderarse, pero que todavía no resulta demasiado de fiar para los poderes económicos.
