Los madrileños se movilizan con un cuestionario en el que denuncian la suciedad de calles y parque junto a la no reposición del mobiliario urbano. “Madrid no se puede mantener limpia con menos personal y menos dinero” tal y como preveíamos”, denuncia Francisco Caño, responsable de Medio Ambiente de la Federación de Asociaciones de Vecinos (Fravm), en declaraciones a elboletin.com.
Dicho representante vecinal señala que el hecho la patronal de limpieza pretenda despedir a 1.400 empleados en base a las condiciones del nuevo contrato integral de Ana Botella es un “auténtica barbaridad, una auténtica putada” desde el punto de vista de los trabajadores, e inaceptable” desde el punto de vista de los ciudadanos, que no entienden que se digan que sobran tanta plantilla cuando la ciudad está hecha un desastre”.
Por ello, Francisco Caño considera que en este caso, aunque parezca raro que lo diga una organización vecinal, está “más que justificada” la huelga indefinida que ha convocado desde el 28 de septiembre el sindicato UGT, a la que se ha sumado la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la que, de momento, se ha desmarcado CCOO.
Francisco Caño advierte que la culpa de la ciudad esté más sucia durante el tiempo que dure la huelga, si es que llega a producirse, la tendrá el Ayuntamiento, “ya que este servicio lo estamos pagando todos los madrileños” para después criticar todo sucede debido a que “Ana Botella está haciendo una política del caos, en la que, con tal de reducir costes, vale todo”.
El citado representante de la Fravm dice que para remediar está “situación caótica”, la Concejalía de Medio Ambiente tiene que reconducir el contrato integral ya que no está garantizado el servicio, ya que si no “vamos a tener un año calentito”.
No se reponen los columpios rotos
Caño denuncia que con esta nueva fórmula “ya no hay especialistas para parques infantiles ni para reponer mobiliario urbano y eso se nota”.
Señala que cuando se rompe algún columpio se suprimen en lugar de arreglarlos y que lo mismo sucede con los bolardos de las calles y con las papeleras y hace notar que “empieza a ser preocupante que por una cuestión de mantenimiento estemos retrocediendo muchos años después de la importante inversión que se realizó en materia de mobiliario urbano”.







