La presidenta del PP de Madrid critica la “chulería y matonismo” de los miembros de UGT y CCOO que quieren “imponer su voluntad con esa violencia de aparente baja intensidad que son el insulto, la amenaza y la coacción moral”. Esperanza Aguirre ha cargado hoy contra los sindicalistas que protestaron hace unos días contra la juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya. La presidenta del PP de Madrid ha criticado la “chulería y matonismo” de los miembros de UGT y CCOO que quieren “imponer su voluntad con esa violencia de aparente baja intensidad que son el insulto, la amenaza y la coacción moral”, y ha exigido a las autoridades que actúen contra estos individuos cuyo “delito no puede quedar impune”.
En la columna que cada lunes escribe en ABC, la ‘lideresa’ ha defendido la labor de la magistrada que está investigando “las corrupciones que afectan a los llamados sindicatos de clase, CCOO y UGT”, cuyos miembros profirieron insultos “de un machismo repugnante” en una concentración frente a los juzgados.
Aguirre ha comparado esta protesta con la que llevaron a cabo, hace unas semanas, unos “energúmenos de dudosa catadura moral pero inequívocamente de izquierdas” en el Hospital de La Paz contra la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y con la dirigida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) contra la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, hace unos meses.
La ‘popular’ madrileña critica que estas protestas de la “izquierda o extrema izquierda” no hayan sido “censuradas o repudiadas por los partidos de izquierda” y que a pesar de que se han dirigido contra mujeres tampoco haya habido “réplica inmediata y radical de las feministas” que “dicen defender a las mujeres pero que sólo defienden a las mujeres que piensan y actúan como ellas”.
Esperanza Aguirre dice que estas “coacciones” son “un aviso para que todos los demócratas estemos en guardia frente a los que creen que con su chulería y matonismo pueden imponer su voluntad por esa violencia de aparente baja intensidad que son el insulto, la amenaza y la coacción moral”.
Por ello, la ‘lideresa’ insta a actuar contra los que lleven a cabo este tipo de protestas. “Insultar de forma machista además de servir para descalificar para siempre a los insultadores, es un delito que no puede quedar impune”, concluye.