La ordenanza de Convivencia Ciudadana de la alcaldesa, que contempla multar un sinfín de comportamientos, no gusta a su compañero de partido y presidente de la Comunidad de Madrid. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha referido hoy al borrador de la ordenanza sobre convivencia que ha elaborado el Ayuntamiento de Madrid y ha dicho pocas palabras pero muy reveladoras: él está “bastante más a favor de dar libertad individual a la gente”.
González dice que respeta la Ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento, pero ha confesado que, a priori, “le ha sorprendido un poco” porque él es “bastante liberal» a la hora de permitir las actuaciones en la vía pública, siempre dentro de la legalidad.
González ha hecho estas declaraciones, recogidas por Europa Press, en la presentación del Campeonato de España de Tenis en silla de ruedas y en relación con la Ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid que quiere regular desde la prostitución hasta la colocación de macetas en los balcones.
El presidente de Madrid ha reconocido que no conoce en profundidad el contenido de esa normativa, que «en todo caso» es un asunto que compete al Ayuntamiento de Madrid y a la alcaldesa, Ana Botella, a lo que ha apostillado que «habrá que estar a lo que allí se diga».
«En términos generales, estoy bastante más a favor de dar libertad individual a la gente para hacer cosas, siempre dentro del respeto lógico de las normas de convivencia y de los criterios legales de carácter general», ha recalcado González.
Ha precisado que en la ordenanza «hay algunas cosas a priori» que ha leído en los medios de comunicación que «le han sorprendido un poco», pero se ha mostrado «seguro de que habrá que matizarlas» con una lectura más detallada de la normativa municipal.
Multar por un sinfín de actuaciones
Ignacio González hace así una primera valoración del borrador de la ordenanza de convivencia para «acabar con los usos poco respetuosos o conflictivos en las calles» que establece importantes sanciones económicas para un sinfín de aspectos y que fue presentadoa ayer.
El gobierno de Ana Botella quiere regular en esta ordenanza todas las conductas que puedan afectar al espacio público como lugar de convivencia y civismo y eso incluye desde la prostitución y la mendicidad hasta la acampada en la calle, la limpieza de parabrisas en los semáforos o los «gorrillas» que cobran por aparcar.
También, por primera vez prohíbe en una norma las cundas o taxis de la droga y entra en aspectos como el uso de monopatines o la colocación de macetas en alféizares y balcones.
Otra novedad será la prohibición de «acampar o instalar elementos estables en el espacio público sin autorización».
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