La asociación de magistrados conservadores (APM) ha decidido no cejar en su empeño por denunciar la situación de la Justicia y mantienen la amenaza de huelga para el 8 de octubre. Los jueces han presentado un informe de 12 páginas en el que explica los motivos de su decisión ante las críticas, día sí y día también, del Gobierno.
Desde que el pasado viernes el titular de Justicia, Francisco Caamaño, aprovechara la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros para retar a los jueces conservadores a continuar con la huelga, el Gobierno no ha cesado en poner la etiqueta de culpables de este asunto a la APM. Casi todos los días Caamaño ha difundido sus críticas en alguna radio o periódico.
Avanzadilla del Ejecutivo contra la asociación mayoritaria en la carrera judicial que ha provocado que ésta actúe. Los jueces conservadores se han sentado y han elaborado un documento de 12 folios en los que explican pormenorizadamente los motivos por los que apoyan la huelga y analizan el Plan de Modernización de la Justicia aprobado en la pasada reunión de ministros del viernes en La Moncloa.
Nadie quiere ser el malo de la película y menos en un asunto tan delicado y tan sensible para la sociedad como en la Justicia. Así, los magistrados de la APM no ahorran en calificativos a la hora de poner sobre papel la situación del sistema judicial español. “Desoladora, archivos inmanejables, insuficiencia de funcionarios, ausencia de apoyos,…” es el escenario en los tribunales y lo que hace irremediable que el próximo día 8 de octubre la APM convoque una huelga de togas.
A este informe hay que añadir que los representantes de esta asociación aseguran a los periodistas, por activa y por pasiva, que no buscan perjudicar a la sociedad, sino que “es su último recurso”.
En el tour que ha decidido iniciar Caamaño por los medios de comunicación para arremeter contra la APM, hoy ha desembarcado en la SER. En los micrófonos de Hoy por Hoy, el ministro ha asegurado que “un juzgado no se cambia en un día. Es como cambiar un avión en pleno vuelo” por lo que pedía más tiempo a los jueces conservadores para solucionar la situación de la Justicia. A pesar de estas palabras, Caamaño ha lanzado un ‘dardo’ a la APM. “Nosotros hemos dado pruebas de nuestra capacidad de diálogo y aproximación a las asociaciones de jueces. Si alguna insiste en ir a la huelga tendrá que explicarlo”.
Entre las reivindicaciones de la APM se encuentra la necesidad de un ‘Pacto de Estado relativo al Poder Judicial y a la Administración de Justicia’ que “asegure la culminación de la reforma, aún si el proyecto ocupa varias legislaturas”.
Hasta el momento, la APM es la única asociación que ha apostado explícitamente por la huelga ya que las otras tres organizaciones de jueces han decidido someter a votación de los socios este apoyo.
