El Papa Francisco ha cambiado por completo el calendario previsto por los Obispos españoles para renovar la Conferencia Episcopal. Antes de hacerlo tendrán que viajar a Roma para hablar con él.
La convocatoria papal se ha conocido por medio de un comunicado de la Nunciatura Apostólica en España en el que se explicaba que Francisco se dispone a recibir a todos los obispos españoles en una visita ‘ad Limina’ que tendrá lugar entre los días 28 de febrero y 8 de marzo del próximo año.
Los obispos se entrevistarán con el Pontífice en grupos de siete u ocho y revisarán el estado de las diócesis que tienen asignadas. Después también mantendrán reuniones con altos responsables de la Curia.
Las fechas elegidas por el Papa coinciden, según una información publicada por Libertad Digital, con los días que manejaba la jerarquía católica española para celebrar la Asamblea en la que, presumiblemente, se elegiría al sucesor de Rouco Varela, que tendría que haberse jubilado hace meses y cuya continuidad se encuentra en estos momentos en manos del Papa.
Poco después del nombramiento de Francisco, algunos medios empezaron a especular con la sustitución de Rouco y con posibles candidatos a ocupar su puesto que fueran del agrado del nuevo Papa.
De momento, el nombre más repetido es el del arzobispo Luis Francisco Ladaria, señalado por primera vez por el periodista Giacomo Galezzi, reputado de conocer muy bien las cañerías de la Santa Sede en su blog Oltre Tevere que se publica en Vatican Insider.
Ladaria es el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tiene 69 años y es originario de Manacor, Mallorca. Otros expertos, como algunos citados por Libertad Digital apuestan por el cardenal Antonio Cañizares.
Hace unos meses, cuando Rouco Varela se entrevistó por primera vez con el Papa, muchos confidenciales de Internet especularon con que Francisco le había comunicado que su sucesión estaba decidida y que su candidato era Cañizares. Pero ninguna de las partes implicadas en la ‘confidencia’ confirmó o desmintió los rumores.
La última vez que un Papa convocó a toda la jerarquía católica española fue en 2005. Entonces, Juan Pablo II se reunió en el Vaticano con los obispos hispanos entre el 16 y el 26 de enero de ese año. El pontífice falleció poco después, el día 2 de abril.
