La semana pasada el Ayuntamiento de Madrid anunció que privatizaba los servicios de conservación de los parques y jardines históricos de la capital, que hasta ahora corría a cargo de jardineros municipales, y las asociaciones de vecinos de la zona han manifestado a elboletin.com su temor a que el siguiente paso de la alcaldesa de la capital, Ana Botella, sea cobrar por acceder a determinadas zonas de El Retiro.
Dichos colectivos vecinales aseguran tener información al respecto y denuncian que los hipotéticos planes del Consistorio que pasarían por que los visitantes de las zonas más especiales de El Retiro tengan que abonar alguna cantidad.
La preocupación de los vecinos de la zona por el hecho de que El Retiro se convierta en una zona verde ‘de pago’ se incrementó a raíz de conocerse que a partir del 1 de noviembre, cuando entre en vigor el nuevo contrato, cuyo concurso está abierto, se extenderá la privatización del mantenimiento de los jardines de Madrid a los últimos parques históricos que aún mantenían los servicios municipales: Casa de Campo, Fuente del Berro y Retiro.
Con ello, el servicio de jardinería quedará prácticamente externalizado, con excepción de dos zonas del Retiro y de la Casa de Campo, que representan alrededor de un tercio de su espacio, en el que continuarán trabajando los 220 jardineros funcionarios que hay en el Ayuntamiento, tal y como informaba madridiario.es.
